sábado, 28 de marzo de 2015

Tang de naranja

Cuando era niña, había pocas opciones de polvos para saborizar el agua. Había Fla.vor.aid y Kool.aid, que tenían sabores muy artificiales. Y Tang, nada más de naranja. Después hubo más sabores de Tang, y otras marcas; pero al principio, al menos por mi rumbo, solo eso.

Decía al mayordomo, la señora del comercial: "Jaaaimeee, el niño tiene sed, y no hay naranjas". Y el mayordomo respondía, orgulloso de sí mismo: "Por eso siempre tengo Tang".

El atributo distintivo era que verdaderamente sabía a naranja. En un Selecciones viejo, encontré un anuncio donde prácticamente se invitaba a hacerlo pasar por el sabor del jugo. Ahora que nuestros paladares conocen tanto, no lo creeríamos; pero si se le compara con el Fla.vor.aid y el Kool.aid, en tiempos en que no había otra cosa, puede que compráramos el ofrecimiento.

Lo elijo siempre.

Silvia Parque

4 comentarios:

  1. Yo de pequeña también tomaba tang :) Ahora no lo tomaría...

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    1. En mi casa, sobre todo había Coca Cola; a veces, para variar, Kool aid; pero el Tang me gustaba más :)

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  2. Yo, como soy mayor que tú, limito los sabores casi a dos: vainilla y chocolate. En aquellos helados que tenías que fijarte en los colores para terminar de adivinar los sabores. Si eran polos, les pegabas dos chupadas y se te quedaba solo el hielo.
    Besos.

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    1. Los sabores de la niñez dejan impronta :)
      La vida era más sencilla con menos opciones, pero me gusta la complicación de la variedad ;D
      ¡Besos, Macondo!

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