sábado, 28 de marzo de 2015

La niña siria que se rinde

Matt decía que en su barrio asaltan y yo creí que tenían plaga de carteristas.

La experiencia siempre se cuela en la percepción y la asignación de significados.

Cuando vine a vivir a Querétaro, pasé meses creyendo que los "cuetes" (cohetes) en honor al santo de la ocasión, eran balazos.

Pero yo crecí en un lugar seguro: un mundo seguro, un hogar seguro. Sé que las cosas no tienen que ser como no deben ser.

ESTA niña, que cree que una cámara fotográfica la está amenazando, quién sabe qué pueda entender o creer sobre las posibilidades de estar bien, en medio de lo que le toca vivir.

Silvia Parque

4 comentarios:

  1. Es triste que pasen cosas así. Un beso.

    ResponderEliminar
  2. Supongo que es lógico que tengamos conceptos distintos de lo que es un hogar seguro... No?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí. Ahora que te leo, pienso que ojalá esta niña tenga la impresión de que dentro de donde viva, junto a las personas que la cuiden, está segura. O que alzando las manos estará segura. Eso es posible. Estaba pensando que no tenía modo de sentirse segura, pero sí se puede.

      Eliminar