martes, 25 de noviembre de 2014

Mi cafetera y mi pato

Tengo una cafeterita de las que vienen con un contenedor para el café o el té (para hacer la infusión al agregarle agua caliente). Es un recipiente curvo de vidrio, "empotrado" en una base de plástico, de la que sale un mango. Muy lindo. Pero al lavar la cafetera, gotas de agua se meten entre el vidrio y el plástico, y no es posible sacarlas de ahí -no se desarma-.

Tengo también un pato que se veía muy bien, recién llegado del super. No podía creer lo pronto que comenzó a oxidarse. ¿Hacer "oxidable" un objeto cuya función es calentar agua? Le queda poco tiempo de vida, porque ahora además se han levantado unos milímetros de su recubrimiento interior, y me parece que es peligroso calentar el agua en quién-sabe-qué metal sin recubrimiento...

Ambas cosas fueron económicas, pero tampoco costaron cuatro pesos. Tal vez sea la cultura de "usar y tirar", "usar y tirar para seguir comprando".

Silvia Parque

2 comentarios:

  1. Silvia, esos bandidos fabrican este tipo de cosas con premeditación y alevosía. Me parece que hasta se ponen de acuerdo entre ellos, tal vez del mismo modo que a veces acuerdan sus precios para manipular el mercado.

    Estoy comenzando a interesarme en las cosas de segunda mano :o

    Besitos.

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    1. Me late que tienes razón...
      A mí me gustan mucho las cosas de segunda mano, en cuanto a muebles, libros, objetos decorativos; además de que se encuentran buenas cosas, me gustan los objetos con historia... pero siento reticencia por cosas para preparar la comida...
      ¡Besos, Taty!

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