martes, 27 de agosto de 2013

Con experiencia, no es lo mismo

A veces, la tortuga a la que llamamos "Turtle" se pierde, según nuestra mirada que no la ve -usualmente ella se encuentra muy bien y sin necesidad de nosotros-. Para variar, este fin de semana se "perdió" su hermana.

En la escapada de Turquesa no hubo preocupación, porque ya sabemos de qué van estas búsquedas de rincones por explorar, y hace meses que la casa está habilitada como lugar seguro para tortugas. [Creo que así pasa con los hijos que llegan después del primero.]

Silvia Parque

6 comentarios:

  1. Efectivamente pasa exactamente así. Yo no entendía por qué mi hija mayor había sido un bebé tan nervioso y el niño sin embargo tan tranquilo. Y un día lo ví claro...
    Un beso

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    1. Qué se le va a hacer, los primeros somos un poco sujetos de experimentación ;)
      ¡Un beso, Matt!

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  2. Con experiencia todo es más fácil, claro, aunque también está el encanto de las primeras veces...

    Besos!

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    1. ¡Ah, sí! Y debe ser increíble el encanto de la primera vez que el primer hijo hace y dice :)
      ¡Besos, Telma!

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  3. Pues no he tenido la experiencia de poder tomarme las cosas de otra manera con un segundo, pero siempre lo he pensado. Dadme otro y verás cuantas angustias y pijadas me evito. El encanto del primero no hay quien te lo quite, pero creo que se puede disfrutar más un segundo, más relajadamente.
    Besitos

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    1. Yo creo que sí, porque como hija primera que ha platicado con otros primogénitos, creo que es generalizado que con el segundo, los que crían tienen más calma :D
      ¡Besos, Inma!

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