miércoles, 13 de marzo de 2013

Quinientos años

Quedé frente a su entrepierna, que volteé a ver porque el hilo no era del color de la tela; eran unos diez centímetros de hilo de otro color, haciendo una serie de figuritas. Se debió descoser toda la juntura de las patas del pantalón, que ahora estaba horriblemente cosida. Así que me pregunté, la verdad: "¿cómo es que su mamá lo deja salir así?" para contestarme inmediatamente: "¿pero por qué su mamá?" Mucho posgrado y mucho enfoque de género, pero un descuido y los quinientos años hablan por una.

Me reconvine y corregí: "¿por qué no le enseña a coser alguien de su casa?" [¿Alguien como su mamá?]

A esa edad a veces no les da la gana ni aprender ni dejar que otro les "arregle" la ropa. Cualquier cosa puede ser. Lo que es mi asunto es por qué pienso lo que pienso, a quién creo responsable de qué.

Silvia Parque

2 comentarios:

  1. Jaja, que cierto es lo que dices, ves a un tipo hecho un desastre y piensas en su mujer en lugar de en él, tócate las narices, tanta igualdad para que nos termine traicionando el subconsciente, la educación recibida cuanto mal ha hecho, mi madre todavía me pregunta por ejemplo ¿porque dejas salir a este hombre así? van a pensar que eres un desastre...No te fastidia, como si él no fuera adulto...
    Besitos

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    1. ¡¡¿verdad?!! Mi suegra me pidió un día que por favor planchara las camisas de su hijo ¡! pobre señora, le dio muchas vueltas para tratar de decírmelo de la mejor manera; yo me porté lo mejor que pude... Pero bueno, ahora podemos darnos cuenta de esas reacciones que tenemos, por ahí empieza a cambiar la cosa.
      ¡Muchos besos, Inmagina!

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