Quiero que sea en mi casa, en mi cama, en brazos del hombre que me quiere. El dolor me asusta, y detesto la falta de privacidad de los hospitales (puedo ser hasta exhibicionista, pero a partir de mi gusto, no de una imposición).
Quiero morir con la sensación de estar palpando la vida, y con la sensación de la cercanía del hombre con quien comparto la vida. Me mueve el placer, el gusto, el goce -tan diferentes, los tres-. Nada más patético que sentir que los días se pasan de largo. Puedo pasar el tiempo en mera contemplación, pero estoy en eso: no dejo que pase de largo.
Silvia Parque
Nada más triste que estar muerto pero seguir viviendo...agrego si me permitis...
ResponderEliminarsaludos
Triste hasta el patetismo.
EliminarSaludos, Dana.