Silvia Parque
jueves, 22 de noviembre de 2012
Casi un héroe
Necesito un asistente. En realidad: un empleado doméstico, un asistente, un masajista, y un mecenas que les pague. En lo que llegan, mi amante esposo cumple con las funciones que ellos tendrían -no hace de mecenas, pero no me cobra-. Ahora tiene la encomienda de entregar los papeles del primer trámite rumbo a mi título de Maestría. Hoy nos los han devuelto. Se acerca peligrosamente el plazo límite. Me dice que todo saldrá bien, que él se encarga. Es casi heroico.
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