He visto mi cuerpo por dentro. El médico habló sobre mis genes, mi nacimiento, mi niñez y mis dificultades, a partir de lo que íbamos viendo en las "fotografías" sobre la pantalla iluminada. Una maravilla: la tecnología, el conocimiento; la esperanza. No pongo al cuerpo mismo en la listita, porque se cuece aparte -¡qué Dios el que hace estas cosas!
Es verdad que se quiere más lo que más se conoce. Además, se quiere mejor con conocimiento de causa. Por eso prefiero a un médico educador.
Tomo la recomendación de Louise Hay: "No esperes a estar bajo la amenaza del bisturí del cirujano, porque entonces, además, tendrás que vértelas con el pánico".
Silvia Parque
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