miércoles, 15 de febrero de 2012

Poco mundo y mucho mundo

El otro día fui a comer sushi. No nada más me divirtió mi torpeza con los palillos, también me encanté con la magia de unos terroncitos que se esponjaron ante mis ojos mientras yo me preguntaba a qué sabría eso... mi amiga me explicó que eran toallas para limpiar nuestras manos.

En otro asunto, por esos días me enteré de un par de historias sobre gente con la que convivo: personas jóvenes con las necesidades materiales más que satisfechas, viviendo en un cuadrito mental de dos por dos, muy lastimadas. Son personas que viajan y pensé que seguro saben comer sushi o casi cualquier otra cosa: y eso hace resaltar lo que les falta.

Silvia Parque

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