sábado, 4 de febrero de 2012

Cosas inexplicables

Me resisto a la insulsa explicación de que los cubiertos desaparecen porque son tirados a la basura sin que una se dé cuenta; con esa lógica, los calcetines que pierden a su pareja, seguramente no tenían ningún problema relacional y no fueron abducidos ni cayeron en lo desconocido de la dimensión que se abre debajo de la cama.

No busco respuestas más allá de las evidentes: si un objeto cae sin que algo lo haya arrojado, seguramente se trata de una tentativa de suicidio: hablo con el objeto, haciéndole saber que es bienvenido y valorado y le pido por favor que se conserve entero. A veces, comento el incidente; entonces escucharé una explicación mecanicista y funcional, completamente lógica y basada en la realidad material, cortesía del hombre de la casa.

Hoy inicié el día con un vaso de agua calentada en el microondas. El aparato cumplió con los tres minutos de calor que se le solicitaron. Tardé alrededor de otros tres minutos en ir por el vaso. Me senté y observé la falta de numeritos en la pantallita que indica la hora o la programación del micro; estaba desconecetado. Entre la clavija para conectar y el tomacorriente hay unos veinte centímetros, así que no pudo "soltarse" un poquito, digamos, por el movimiento de abrir la puerta-sacar el vaso-cerrar la puerta. Como desconectar el microondas suele provocar que todo lo demás se apague, por la forma primitiva en que están puestos los enchufes, yo no lo desconecté. Y no está el hombre de la casa para decir algo...

Silvia Parque

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