¿No será un tal Judas el que le enseñó a besar?
"Besos de Judas", J. Sabina
Los labios dicen algo sobre la edad, la salud, el género; pero el contacto no sólo transmite información: vincula; a veces disfraza la demarcación de cada persona -¿de cada "besante"?-.
Cuando el beso se intercambia por monedas, éstas pesan porque cargan los siglos de los siglos; pero igual, al rato se cambian por otra cosa (si una las rechaza, habrá quien las reciba).
También los besos mercancía son para cada cual el suyo, aunque sean reconstrucciones de otro beso.
Silvia Parque
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