Al papá le sacaron un diente y no puede hacer nada por dos días.
No fui a la universidad. Di las clases en línea y así será mañana. Entregué un trabajo de revisión que había estado postergando. Dormí muy poco anoche.
La criatura: entre su hit en la vida, que es palmear mi espalda, y hacer un caos con líquidos coloridos. Estoy agotada.
Hace mucho no me sentía tan cansada. Además, me duele el costado. Tengo condritis, así que a veces, pasa.
Considerando todo lo anterior, decreté que hoy habría comida de domingo. Pizza, primero; boneless, después; cereal para llenar los espacios.
El papá sale de su área de reposo y menciona que la niña necesita jugar. Sí, lo necesita, y habría que hacer las actividades que encargaron en la escuela; pero, no. Le digo que hoy solo me encargo de que siga viva y completa.
Los bajos estándares son vitales. Gracias a ellos puedo recuperarme después de los días pesados y conservo la salud mental.
Silvia Parque
Tendrás que rezarle al santo Job.
ResponderEliminarMucho ánimo.
Un abrazo.
XD Sí. Ya había olvidado lo que es trabajar con la criatura literalmente encima XD
EliminarUn abrazo, Macondo.
Hay dias asi, dias en los que los peques creo que los entienden. Si mami está bien todo va bien. Un abrazo
ResponderEliminarAy, sí, gracias a Dios son la minoría de los días porque ¡qué días! Un abrazo, Ester.
EliminarLa vida continua.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias a Dios.
EliminarUn abrazo, Alfred.