- Cuando no aceptas escuchar su opinión o recibir una pequeña cortesía de su parte. No pueden procesar esa clase de "no". Han aprendido que tienes derecho a no querer tener sexo con ellos, pero ¿no querer saber qué opinan?, ¿no querer que te abran la puerta? ¡¿Y no explicarles por qué?! No pueden con eso.
- Hablando sobre cualquier forma de violencia que afecta sobre todo a las mujeres, llegan a la parte de "cómo evitar" y el centro de su discurso es "las mujeres deberían".
Silvia Parque
Crecí en un mundo de niños y niñas iguales. Todos jugábamos a todo, no había mucha diferencia ni en los juegos o en la condición social. Además mi madre trabajaba para sustentarnos, así que lo natural era que hombres y mujeres fuésemos iguales.
ResponderEliminarYo tengo lo que le llamo "la mirada cruel" (quisiera ser siempre condescendiente en esos momentos), lo miro fijamente a los ojos y muevo la cabeza, de arriba hacia abajo o de lado a lado, depende el interlocutor. No tiene que ser demasiado suspicaz el ser humano para entender.
No falla.
El machismo o el feminismo nos encasillan en actitudes que a menudo ofenden, creo que gran responsabilidad tenemos los padres de enseñar la dignidad del ser humano. Todos somos iguales ante Dios, quien no "hace acepción de personas" (Lucas 20:21)
Qué suerte, Ojo humano :) Yo crecí en un mundo con diferencias muy claras. Las niñas tenían que reírse quedito (controlarse), decía mi abuela; en secundaria no me dejaron entrar al taller de soldadura porque era para hombres; mi mamá siempre dijo que prefería trabajar con hombres porque las mujeres eran quejumbrosas. Son unos cuantos ejemplos de trato diferenciado y de los mensajes que nos fueron enseñando, a la mayoría de nuestra generación, que a los hombres les toca un rol (que entre otras cosas es el rol del poder) y a las mujeres otro (que entre otras cosas es el de la subordinación).
Eliminar¡Amaría ver tu mirada cruel! XD Yo creo que pululan personas que no entienden lo que no quieren entender, y que los hombres a menudo no entienden cuando se les quita del lugar protagonista.
Estoy de acuerdo contigo en que el machismo y el feminismo llevan a menudo a actitudes que ofenden; sin embargo, siempre voy a subrayar que no son equivalentes, porque mientras el machista pone al varón como superior, la feminista no pone a la mujer como superior. Y la feminista que ofende a menudo se está defendiendo.
Gran tarea tenemos los padres, efectivamente. Un paquetote. Solo de la mano de Dios...
Creo que estamos en un buen momento para dar un paso importante hacia adelante en la igualdad, aunque también creo que hay mujeres que están interpretando como machismo lo que es costesía o deferencia. Ha llegado un momento en que un hombre puede ayudar con más naturalidad a otro hombre que a una mujer, por el miedo a que ella pueda sentirse ofendida. No obstante, si esas situaciones son inevitables para que el paso adelante se consolide, las daremos por buenas.
ResponderEliminarTambién creo que estamos en un buen momento para dar ese paso. Claro que hay muchos "mundos" diferentes, como si estuviéramos en diferentes épocas en un lugar y otro; no obstante, pienso que en general, en lo que conocemos como "Occidente", vivimos el momento de un paso histórico hacia un trato equitativo para hombres y mujeres. Como se trata de mover todo un sistema social, ha sido necesario analizar y sacudir múltiples expresiones de lo que son las premisas y valores de ese sistema. Creo que tus oraciones finales encierran una idea clave: si para dar paso a un mundo más justo, es inevitable que los hombres -o muchos hombres- estén confundidos respecto a qué hacer y sientan incertidumbre en este "cambio de todo", que así sea :)
EliminarMe parece que las ficciones, han contribuido a cambiar la mentalidad. Y que siguen haciéndolo. Por ejemplo, está Doctor Who, la serie con un extraterrestre cuya regeneración le hace revivir cada vez que muere. Recurso usado para cambiar el actor. Recientemente se habló de que el próximo cambio fuera a una mujer. Y se hizo. Ayer vi el capítulo con la nueva actriz y me pareció un buen personaje, con algo de la personalidad de las encarnaciones anteriores.
ResponderEliminarCreo que hay gente que no admite críticas de nadie, absolutamente de nadie. Y es absurdo no admitir una amabilidad de una mujer.
Eso me parece inadmisible.
Besos.
También creo que las ficciones provocan efecto en los imaginarios colectivos. Qué interesante eso de Doctor Who, no conozco la serie -sé que existe, pero poco más-; buscaré al menos ver las notas sobre este cambio que han hecho.
EliminarPienso que muchas personas, a lo que querríamos llegar es a que se admita que un hombre o una mujer elijan libremente, incluso, el absurdo :D Que sea admisible.
Besos, Demiurgo :)
Por otra parte, hay quienes se empecinan en una actitud desagradable. Esto sucedió en un programa, que veo en partes, sólo porque me gusta la conductora, Carla Conte. Bellisima, agradable.
EliminarEl tema fue una nota telefónica a un conductor de radio, que compuso un tango, con una letra mediocre, con resentimiento hacia una mujer que le robó, según lo que él dice. Carla, la conductora, le hizo alguna objeción, con todo respeto. Y este personaje no la aceptó y además, literalmente, la mandó a callar. Es para destacar que el otro conductor se molestó por eso, decidiendo cortar con la nota.
Un abrazo.
He ido a buscar la nota. ¡Qué tipo! No me parecen pocos los que tienen actitudes como la suya, lo que pasa es que normalmente no son tan vistosos o desagradables. Sin embargo, también son cada vez más las personas a quienes esto no les parece bien y los hombres que van tomando cartas en el asunto, como este co-conductor que lo saca del aire. Eso me da gusto :)
EliminarUn abrazo, Demiurgo.
Pertenezco a una generación que ya va estando muy pasada de moda. Me educaron a respetar a las mujeres, a cederles el paso, abrirles las puertas, cederles el paso, protejerlas de la lluvía con mi paraguas aunque me tocara mojarme y todas esas cosas. A no tocarlas ni que lo pidieran a silencios rotos. A bailar con un abismo entre la pareja, en fin, eramos los pringaos en todo y nunca teníamos que imponernos por nuestra fuerza bruta. Todo lo cual no prejuzgaba que fueran intelectualmente inferiores, no sé si me explico.
ResponderEliminarUn saludo.
Claro que te explicas, Alfred :) Y tal vez de jóvenes se sentían pringaos, pero seguramente se dieron cuenta de que no lo fueron, de que fueron personas decentes y que la gentileza ennoblece.
EliminarYo creo que estos cambios van más allá de cuestiones de moda. Las mujeres necesitamos que el mundo cambie para que sea seguro y justo para nosotras y queremos cosas diferentes a las que quisieron otras mujeres, antes.
En lo personal, amo que me protejan y, por ejemplo, que me cedan el paso. No me gusta que me abran las puertas porque limita mi movimiento. Sé que puede parecer una tontería, pero no me gusta esperar a que el otro abra la puerta. No es que no sepa esperar, es que no quiero ahí donde no es necesario :D
¡Un saludo!
Es una hipocresía de narices. No se me ocurre discursos similares a jóvenes varones, la verdad.
ResponderEliminarUn barazo
Hay mucho doble estándar, hipocresía y similares en estos asuntos :/
EliminarUn abrazo, Albada.