He estado teniendo conocimiento de casos de personas en situación de pobreza, varias de ellas enfermas o con familiares enfermos; personas en condición de calle, personas en viviendas que les protegen bien poco. Pienso en la terrible indiferencia de disfrutar de un montón de privilegios sin tenerles en cuenta y sobre todo, en cómo algunos creen que de verdad cada cosa que tienen la han ganado sin haber tomado provecho de ningún modo de un sistema económico y social que es nefasto para mucha gente: algunos que llevan las de perder desde que nacen. Me "incomoda" la manera en que se hacen algunos favores, fiscalizando que la persona esté de verdad en la miseria o casi-casi: no vaya a aparecer en una foto con las uñas pintadas o tomándose una cerveza, porque entonces ya no es a quien hay que ayudarle a comprar leche para sus niños. Pero no es tanto que juzgue mal a quienes tienen cuidado de "a quién" ayudan; sé que muchas veces se trata de cuidar los recursos que han dado otros y de tratar de que lleguen a quien más los necesita, es más bien que me molesta no estar en condiciones de repartir yo con prodigalidad. He sido una persona tan privilegiada, que debería estar pudiendo compartir los frutos de lo que muchos han sembrado en mi vida.
Por ahí, en las redes, circulan frases tipo "nunca es tarde" y mensajes motivadores tipo "no te compares, cada quien a su ritmo", y yo los creo. Pero también creo que a veces se pasa el momento "justo". Reconocerlo no condena a la inmovilidad (los momentos se crean), creo que más bien trae una conciencia que puede hacer que una se ponga a hacer lo que le toca.
"Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo". Eclesiastés, 3:1
Silvia Parque
"No estimes el dinero ni más ni menos que lo que vale: es un buen servidor y un pésimo amo" (Alejandro Dumas, hijo).
ResponderEliminarUn muy buen servidor y un amo realmente pésimo.
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