Ya se sabe que es diferente discutir, tener diferencias y pelear. A las peleas hay que evitarlas porque son desagradables, riesgosas e ineficientes. Afortunadamente hay muchas maneras de abordar problemas, que permiten dejar la pelea para ocasiones especiales.
Una pareja bien avenida pelea poco; sin embargo, las personas comunes peleamos y también peleamos con la pareja. En esas peleas se nota la salud de la relación, cuando:
- Nunca está en juego la permanencia de la pareja como tal. Ninguno considera la posibilidad de "terminar". De hecho, la relación está en el fondo de un hoyo cuando cualquier cosa es motivo para pensar en "terminar"; hay parejas en las que la idea de "no seguir" ronda durante años: pasé por eso y es desgastante.
- No se toca ni de lejos el punto donde la otra persona será verdaderamente lastimada. Es una especie de traición usar el conocimiento que tenemos de la vulnerabilidad del otro, para hacerle daño.
Así que si estás bien con tu pareja, no te da miedo pelear. No quieres hacerlo, pero no te da miedo: estás en confianza hasta para eso.
Silvia Parque
Es muy cierto. Un beso.
ResponderEliminarEso creo.
EliminarUn beso, Susana.