De una manera u otra, me entero de un niño por aquí, una niña por allá, padeciendo una condición o enfermedad que le resta vitalidad o le causa sufrimiento. Siempre me duele su dolor y al mismo tiempo siento una especie de alivio angustiante porque no es la mía. La mía está bien.
Tengo oportunidad de tener fresca la inmensa fortuna que es tener una hija saludable, porque el Síndrome de Turner es una condición que en muchos casos provoca problemas del oído, del corazón o del riñón. Pero B está completamente bien, de todo a todo. La primera vez que leí una historia sobre una niña con S.T. con problemas graves de salud, sentí el corazón apachurrado y el estómago contraído a un grado que no conocía. En ese caso el dolor por el dolor del otro proviene de una empatía con mucha identificación, y el alivio angustiante es mayúsculo.
Silvia Parque
Entiendo tu alivio. Creo que lo sentimos todas. Y me alegro de que B esté bien :)
ResponderEliminarEs un "poco terrible", supongo.
Eliminar¡Gracias! :)
Celebro que mi sobrina mexicana sea una niña sana.
ResponderEliminarBesos.
¡Gracias, Macondo! :) :)
EliminarUn abrazo con harto cariño al tío español.