También es diferente sentir dolor sola o acompañada. Sentir dolor del que se sabe la causa o del que no se sabe la causa. Sentir un dolor que va a terminar necesariamente en determinado momento o que podría durar quién sabe cuánto.
Cuando estaba por nacer B y la doctora anunció que tendría que ser cesárea, empecé a vivir el dolor de las contracciones como algo terrible y sentí que no podía más. La anestesióloga tardó en llegar. Tal vez jugando atinadamente a la psicóloga, la doctora -ginecóloga- me dijo, no recuerdo exactamente con qué palabras, que aunque fuera a operar, para la niña era bueno seguir "intentando salir". De inmediato -en verdad, de inmediato-, los dolores volvieron a tener sentido y dejaron de ser algo espantoso.
Silvia Parque
Supongo que le ocurre lo mismo al enfermo que tiene dolores sabiendo que son pasajeros, aunque no sepa cuánto tiempo van a durarle, en comparación al que los tiene sin esperanza de curación.
ResponderEliminarHe oído alguna vez que es bueno pasar por las contracciones aunque vayas a dar a luz con cesárea, porque favorecen a un supuesto siguiente parto.
Besos.
Eso pienso. La gente con dolores crónicos se puede poner realmente mal, ya ves que hay quien se ocasiona un dolor en otro lado, con tal de dejar de sentir por un momento el dolor en donde siempre está.
EliminarMe suena con sentido lo que dices de las contracciones, pero si eso me hubiera dicho la doctora, no me habría "recuperado"; que me dijera que a esa niña que ya estaba ahí le hacía bien, eso sí que fue mágico. Ahora, a un año y medio del momento, sí que me da gusto pensar en que de algo haya servido para "después" :D
¡Besos, Macondo!
El dolor con sentido duele menos. Un beso.
ResponderEliminarAsí es, creo yo.
EliminarUn beso, Susana.