Si yo fuera la dictadora del mundo, les obligaría a tributarme flan con caramelo, haría que Nestea y Coca-Cola volvieran a sus sabores originales, y que el chocolate Crunch regresara a la vida, como era en un principio. Pero no lo soy, e incluso debo lavar los platos cada día, y cuando no barro ni trapeo, el piso está todo sucio.
Silvia Parque
No sé yo si se puede mostrar tanta dulzura siendo dictador.
ResponderEliminarBesos.
Yo sería única ;D
Eliminar¡Besos, Macondo!
Me apunto. :) Un beso.
ResponderEliminar¡Un beso, Susana!
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