Yo solo conocía el chocolate de mesa de marcas comerciales muy conocidas, sobre todo el Abuelita (que fue de La Azteca y hace tiempo es de Nestlé). Justo hace unos días, de vacaciones, tomé unas tazas de chocolate Abuelita, y la última batallé para terminarla porque me pareció muy dulce; el que disfruto ahora es semi-amargo y me parece mucho mejor así: no le agrego azúcar.
Silvia Parque
Qué bueno. Un beso.
ResponderEliminar:) :) Un beso, Susana.
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