Se aprende también de los bebés. A vivir, básicamente. B se aferró a su teta con más perseverancia de la que jamás he tenido para ninguna cosa, cuando no sabíamos que se le dificultaba mamar, y ella seguía y seguía, despacito, con todas sus fuerzas insuficientes, durmiendo por el cansancio de tanto trabajo y despertando a seguir otra vez. La admiro por eso. También admiro cómo sonríe cuando los cólicos le dan un respiro. Cuando le duele, se le transforma la carita, grita, y la cosa puede ponerse fea; pero apenas se le pasa, sonríe; a veces apenas esboza una sonrisa y llega otro aire a molestarle, pero ella vuelve a la sonrisa en cuanto puede. Así quiero ser.
Silvia Parque
Será que la B es de Bendita.
ResponderEliminarBesos a las dos.
:) :) Besos, Macondo ;)
EliminarLos bebés viven el momento. Un beso.
ResponderEliminarAsí es. Un beso, Susana.
EliminarYa quisiéramos nosotros tener la intuición y sabiduría de lo esencial de los bebés.
ResponderEliminarUn beso
Sí, ya quisiéramos.
EliminarUn beso, Matt :)