Hay momentos en los que el encuentro con Dios está preparado, y todo está en su punto: hay serenidad y el alma rebosa de agradecimiento. Pero a veces se le llama en la emergencia, sin preámbulo y sin las mejores maneras, incluso con pecados grandes frescos; él escucha y responde también en estos casos: es un Dios Padre.
¿Pecados grandes frescos? Tú no puedes tener de eso.
ResponderEliminarBesos.
Oh, sí ;)
Eliminar¡Besos, Macondo!