El caso es que mi mamá se tomaba en serio sus palabras. Mientras dijo "tú decides", la decisión era mía. Cuando empezó a pasar que no podía dejar que la decisión fuera mía, dejó de decirlo.
Estaba pensándolo porque yo le digo a Dios: "que se haga tu voluntad", y lo digo de corazón. Pero hacer que sea en serio - en serio, es decir, descansar en la confianza de que él obrara a su modo, que será el mejor... puede ser difícil. También declaro que "ando por fe y no por vista". Pero en medio de la realidad material, lo que se ve puede llamar mucho mi atención y hacer tambalear mi creencia. La cuestión es, que hablar en serio es en serio.
Silvia Parque
Cuando eres madre no resulta nada fácil seguir esa máxima. Ya verás. Un beso.
ResponderEliminarTal vez sea más difícil, pero será más necesario :)
Eliminar¡Un beso!