lunes, 19 de enero de 2015

Cada cual sus batallas

Esto parece una perogrullada. Todos los adultos nos hemos enterado en un momento u otro de que, en tanto diferentes, batallamos con diferentes cosas; pero la mayoría no podemos evitar percibir la realidad de los otros, en primera instancia, a partir de nuestra realidad personal. Algunos tenemos entrenamiento para mantener fresca la noción de la diversidad, sea por la carrera que estudiamos, por el oficio que desempeñamos o por alguna circunstancia que nos pone en contacto-empático con la diferencia; pero aún en ese caso, hay un primer impulso a pensar: "¿pero cómo? ¿te cuesta trabajo eso?"

Están los fumadores o bebedores que han dejado el cigarro o el alcohol con la pura decisión de hacerlo y no conciben que para otros no sea de la misma manera. Están los emprendedores que no entienden cómo es que no le apuestas a tus sueños y los persistentes que creen que desistes porque en realidad no quieres lo que dices querer. Mucha gente cree que las personas quieren la situación desagradable en la que se mantienen porque ven las ganancias secundarias obtenidas o porque suponen que "querer es poder" y en ese caso, quien no ha podido...

A veces, la cura para este modo de pensar es ver a alguien a quien amas intentando hacer algo que a ti te parece fácil y atestiguar cómo no puede o cómo puede a medias o cómo puede y deja de poder; eso te enseña que simplemente: así pasa a veces. Es verdad que "si quieres, puedes", pero a esa frase hay que darle mucho contexto.

A mí no me cuestan algunas cosas que a otras personas sí; pero mis complicaciones me dan la gran lata. Ahora estoy en otra temporada de "un día a la vez", como los adictos, tratando de mantener la casa ordenada y limpia. Quiero lo mejor para la bebé en mi barriga, pero las semanas pasadas me he sorprendido descubriendo que de pronto, ya son dos o tres o cuatro días sin comer verduras o sin salir a caminar. En estos trances, a muchos nos viene muy bien recibir apoyo: un poco de reconocimiento por el esfuerzo, una palabra de aliento cuando has metido la pata de nuevo.

Silvia Parque

2 comentarios: