jueves, 27 de noviembre de 2014

La gente empieza a contar personas

Ahora importa que al parecer, en julio secuestraron a 31 estudiantes de secundaria en Cocula, Guerrero; en otras palabras: a 31 jovencitos que deben tener menos de dieciséis años. (AQUÍ una nota) Qué bueno que importe; que se diga "¿otros treinta y uno?", como visualizándolos... pero son muchos más.

Durante años, miles han muerto o desaparecido sin la movilización que tendría lugar viviendo en un Estado de Derecho. Qué bueno que eso cambie. Creo que la gente abre el corazón y empieza a tener en cuenta que estamos hablando de personas: cada cual con su nombre. Ese cambio en la forma de percibir me parece fundamental. Cuando cada mujer que es madre en México, se identifique con las madres de esos muertos y desaparecidos, el ánimo entero del país va a cambiar; porque puedes perder el modo de ganarte la vida, pueden humillarte hasta que no encuentres dónde quedó tu dignidad: pero cuidado con quitarle a una mujer su hijo. Si no se muere de pena, no va a ser la misma, y si encuentra cómo dar pasos... y si encuentra quién la acompañe...

Hoy, a diferencia de hace un año, no hace falta ser un revoltoso para notar que pasa lo que pasa, y pronunciarse en contra. Podemos diferir sobre las causas y los modos adecuados de proceder, pero creo que se ha generado un mínimo de empatía que une a la gente en el querer seguridad y justicia -unos más seguridad que justicia-. Sigue empezar a pensar, porque no basta el momento de lamentación ni la catarsis colectiva.

Silvia Parque

2 comentarios:

  1. Es difícil cambiar la mentalidad de tanta gente. Yo lo he visto en el País Vasco. Cuesta convencerles de que eso no es normal. Un beso.

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    1. Dudo que haya algo que una persona o grupo de personas puedan hacer por sí mismas, creo que tienen que haber un montón de factores que en cierto momento provocan un despertar... pero no alcanzo a ver qué factores, cómo...
      Un beso, Susana.

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