lunes, 10 de marzo de 2014

Prioridades materiales: internet

Hay gastos -de dinero- que se imponen de manera que casi no dejan opción (porque siempre hay opción, pero hay algunas opciones que casi nadie cuerdo elegiría): todo lo que se refiere al cuidado médico, sobre todo de urgencias, entra en este conjunto; para algunas familias, también podría entrar en el conjunto la "mochila" de los hijos: desde la colegiatura hasta la cuota para el viaje escolar de fin de curso. Luego está todo lo demás. Si hay gastos inesperados de los que se imponen, "todo lo demás" tiene que apretujarse y a ver qué va primero.

Sobre la marcha, "lo que va primero" puede ser algo que una no hubiera creído. Por ejemplo, si hace falta un espejo y un sartén, parecería que el sartén es más importante, porque hay que comer mucho más de lo que hay que verse al espejo; pero en este mundo real donde una sale a la calle y necesariamente es vista, el espejo acaba por colarse a un lugar antes que el sartén, en la lista de prioridades. Así he descubierto que la idea de que "no pasaría nada" por estar unas semanitas sin internet, en mi caso, no aplica. Una semana sin conexión al mundo fue desintoxicante: diría que hay que hacer ayunos de internet un par de veces al año. Pero más días sin internet en casa están haciéndome poner las neuronas a solucionar cómo es que voy a estar conectada lo más pronto posible. Es prioridad.

La ocasión anterior que me quedé sin conexión, sufrí un síndrome de abstinencia que no se presentó esta vez. Lo tomo con calma. Me queda claro que el internet no es el agua ni el aire. Pero en mi vida es muy importante estar al tanto de mis redes sociales, y eso es mucho menos importante que bloguear. Escribir y publicar mis entradas, leer los blogs que frecuento, comentar en ellos, leer y responder a los comentarios que recibo, es algo que me da felicidad de esa que forma la plenitud. Que sea posible, no puede no ser prioridad.

Silvia Parque

4 comentarios:

  1. Internet también es algo prioritario en mi vida. Un beso.

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  2. Lo entiendo. De alguna manera hay gastos de los que se puede prescindir pero menguan tu calidad de vida o tu bienestar, que es tan importante y complementa la parte más práctica de vivir, que sería comer, cubrir los gastos esenciales de luz, agua etc.
    En esta casa no falta, pero tampoco sobra, todo gasto debe ser medido y meditado, pero Internet aquí está, para todos, pero personalmente a mí me ofrece una ventana al mundo para oxigenarme, mi momento, mi relax, mi pequeña ilusión. Si tuviera que escoger entre comer o Internet está claro que habría que comer, pero en esa tesitura está claro que no tener Internet sería el menor de mis males y no iba a formar parte de mis penas, que serían otras mucho más importantes, mientras tanto aquí se paga Internet aunque con ese dinero podríamos salir a cenar fuera una vez al mes.
    Besitos

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    1. Esa palabra hacía falta en la entrada: "ilusión", en internet están buena parte de mis ilusiones cotidianas :) y sí: entre salir a cenar fuera y pagar el internet, mejor el internet, que la cena se puede sacar al parque y ya estamos fuera :D
      ¡Besos!

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