domingo, 29 de diciembre de 2013

El pequeño peso del pendiente

Hace meses me hicieron una magia buenísima. Tenía horas diciendo que haría un oficio, pero me ponía a hacer otra cosa, no lo hacía, lo recordaba, me dirigía a hacerlo, me ponía a hacer otra cosa y lo mismo repetidamente. No urgía, pero cada vez que lo recordaba era como un pequeño peso que podía descargar y seguía cargando: el pequeño peso del pendiente.

Hasta que mi compañera escribió en un post-it rosa: "hazlo ya" -¿o "hazlo ahora"?-, y me lo dio. Me dirigí a mi oficina, pegué el post-it en la pared frente a mí, y como encantada, redacté y envié el oficio, rápidamente y bien. Es evidente que esta pluma de Dumbo funciona porque viene de fuera de mí. La apropiación de esa autoridad es la señal de que estamos listas para la autonomía.

Silvia Parque

4 comentarios:

  1. Bien por ti y por la satisfacción que la pluma mágica te ha dejado.

    Que tengas felices fiestas, nos leemos!

    Besos :)

    ResponderEliminar
  2. Es de las cosas que más me costó en mi juventud; afrontar el peso del pendiente y hacerlo de una maldita vez. :P Sobre todo de las cosas que no me gustaban ó eran tediosas.
    Besazo, hermosa y que tengas una salida y entrada de año maravillosa.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues ya voy entrando en edad de que acabe de afrontarlo yo también: estoy dispuesta.
      Beso, Dolega, ¡feliz fin de año!

      Eliminar