domingo, 18 de agosto de 2013

El trabajo doméstico

El trabajo doméstico es literalmente fundamental: se requiere para que las actividades económicamente productivas, puedan tener lugar. Que el trabajo doméstico no sea una actividad económicamente productiva se debe a lo que se entiende por "productivo" en el lenguaje de la Economía; no se debe a que "no produzca". El trabajo doméstico genera, sobre todo, condiciones de posibilidad para la vida, ¿y qué hay más fundamental que eso?

No se requiere ser buen observador para ver las dimensiones del quehacer de la casa. Las personas que deciden dedicarse a esto, al servicio de sus familias, harían bien en estar conscientes del tamaño y la importancia de lo que está en sus manos. Lo justo es que conviertan a todo el que viva en casa, en colaborador de lo que todos necesitan que funcione. Como se sabe, usualmente las "personas que deciden dedicarse a esto" son mujeres. Se ha supuesto que la mujer es quien puede criar, y dada una asociación funcional entre crianza y cuidados de la casa, ellas son las que se quedan a barrer, trapear y demás. Pero los hombres pueden optar por ser amos de casa; ya hay algunos.

Luego está el caso de las personas que se dedican a las casas, no de sus familias, sino de otros. ¿A qué persona que alguna vez haya "hecho el quehacer", se le ocurre que eso no es un "trabajo"? Porque si queda claro que es un trabajo, ¿cómo es que no queda claro que requiere condiciones laborales dignas, igual que lo requiere el obrero de la fábrica y el creativo de una empresa de publicidad? Otra cosa es la tacañería. Supongo que en el fondo, todos quisiéramos tener todo gratis, o por tan poco, que no lo sintiéramos. Pero si algo habría que cuidar y pagar con gusto, es lo que nos arregla la vida.

Silvia Parque

11 comentarios:

  1. Necesitaba algo así para cuando me siento culpable e improductiva por ocuparme ultimamente sólo de la casa. No es que yo no lo valore o piense que no es importante, es que creo que no lo valoran los demás, tener la ropa siempre limpia y a punto, el café recién hecho y el tentempie de media mañana preparado, la comida y la cena en la mesa, la casa limpia y ordenada, la nevera llena de comida etc etc etc. Pareciera que todo ésto se produce por generación espontánea o por arte de magia y nadie te dice nunca - Que buena eres joder, y cuanto trabajo me ahorro que debería hacer al llegar de trabajar si no estuvieras tú - Lo hago voluntariamente, me encanta y nadie me pide nada, pero una palmadita en la espalda nunca viene mal.

    Respecto a trabajar limpiando en otras casas, como también lo he hecho, te diré que hay que tener en cuenta en el salario que es un trabajo duro, y sobre todo, que estás limpiando la mierda de los demás, a veces literalmente. Yo estuve en una casa...en fin...llamar aquello casa es mucho decir, porque era un corral, iba día sí día no y tenía que encontrarme con el gustazo de recoger cacas del perro, compresas usadas que las mujeres de la casa olvidaban en el baño, bragas sucias en el dormitorio, y hasta algun preservativo usado me encontré. Opino que eso no debería haber entrado dentro de mis atribuciones, pero eso es lo que te encuentras a veces.

    Besos

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    1. ¡Fuera la culpa! El trabajo doméstico no se valora socialmente, pero podemos irnos ocupando de que se valore; en principio, haciéndolo visible, porque efectivamente: "Pareciera que [...] se produce por generación espontánea o por arte de magia", y no es así. (La verdad es que yo lo descubrí ya crecidita.)
      Limpiar es cansado y es difícil hacerlo bien -al menos para mí-. Pero creo que hacerlo para otros se hace mucho más duro por esos "entendidos" que van de lo desconsiderado a lo injusto, pasando a veces por el absurdo. Creo que son ideas que giran en torno a que la persona que limpia no es persona, y que "cualquier cosa" se incluye entre lo que le "toca hacer". Podemos cambiar esas ideas.
      Besotes, Inma.

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    2. Hasta que no me fui de casa de mis padres, nada menos que a los 29 añazos, no supe lo que era el trabajo doméstico. Lo único que hacía era mi cama y cada cierto tiempo cuando mi madre entraba desesperada diciendo que si soplaba la habitación salía volando, limpiar el polvo. Nada más, no sabía cocinar, jamás había limpiado un baño, ni había puesto una lavadora, una completa inutil. Mi madre nunca trabajó fuera de casa y como además mi abuela vivía con nosotras, las dos "niñas" eran unas mimaditas.
      Mi madre además es de las típicas que no te deja hacer porque nada lo haces bien, así que las pocas veces que lo intentaba juraba que nunca más

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    3. Yo tenía 22 :D la diferencia es que en mi caso, mi abuela -que era quien estaba a cargo- no intentaba nunca rescatar a mi recámara del caos, porque mi cuarto estaba fuera de su jursidicción, además yo no intentaba "hacer" :) Me alegro de que fuera así. Sí hubo un impacto cuando llegue a mi casa y nada se hacía solo, pero aprendí lo que había que aprender, y los años de comodidad ¿quién me los quita? De hecho, me parece importante no aprender lo que una no quiere acabar haciendo ;) Solamente me gustaría haber apreciado y agradecido todo lo que se hacía por mí, pero ni modo de volver atrás; puedo agradecerlo ahora :)

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    4. De hecho... hace unos meses que hago unas cosas que siempre hizo mi marido -como limpiar los zapatos-, y que se quedan sin hacer otras que también hacía él -como planchar-... y sería bueno que le mencionara lo mucho que aprecio que lo haya hecho... y lo mucho que apreciaré que siga haciéndolo en el futuro cercano...

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    5. Jaja, Silvia, te interesa agradecer lo que hizo en el pasado para asegurarte que siga haciéndolo en el futuro.
      Recuerdo el post en el que explicabas la sorpresa cuando viste que las cosas en casa no se hacían solas, y estoy de acuerdo contigo, cuando toca se hacen y punto, no pasa nada, trato de recordarlo cuando pienso o me recriminan que estoy criando una perfecta inútil y que debería ponerle más tareas.
      Besitos

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    6. Ni cómo negar que quiero obtener beneficios del agradecimiento... de todas formas es de corazón ;) y bueno, también me interesa mucho agradecer a mi abuela toda la comodidad que me procuró, y ahí ya no va a haber más en el futuro...
      Tu seta aprenderá lo que se vea en la necesidad de aprender. Había una señora, mamá de una amiga, que decía que iba a consentir todo lo que pudiera a su hija porque no sabía qué podía traerle el futuro, no fuera a ser que le fuera muy mal: al menos se aseguraría de que el tiempo que dependiera de ella, le fuera muy bien :)
      Otra cosa es que te cargues de trabajo tú porque ella no haga, creo que eso acaba resintiéndose... Luego está el desarrollo de la autonomía, que requiere que algo sea de nuestra responsabilidad: pero no tiene por qué ser algo de la casa.
      ¡Muchos besos, Inma!

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    7. Este tema me ha llamado siempre la atención. Las tareas de la casa son un trabajo? No. Las tareas de la casa son como ducharte todas las mañanas. En tus manos está el nivel de limpieza que deseas en tu hogar y en ti mismo. Es cosa tuya si quieres barrer o no, fregar o no, doblar mejor o peor la ropa. Lo mismo que tú decides si te lavas el pelo cada día o una vez a la semana. También es cosa tuya si permites que en tu casa no haya nadie que te ayude.
      Las labores de la casa hay que hacerlas siempre, trabajes fuera, o no. Por lo tanto, esas mujeres o hombres, que DECIDEN dedicarse a ser "amos de casa", en realidad tienen suerte, porque las labores de la casa será lo único que tendrán que hacer, mientras que los hay que tenemos que trabajar fuera de casa y después, encargarnos de tenerla limpia.
      Yo no les quito mérito a las mujeres que tienen su casa perfecta. Les facilitan la vida al resto de la familia, claro está. Yo lo intento. Pero no soporto a las "feministas" o no sé cómo llamarlas que de vez en cuando les da por pedir un sueldo para la ama de casa. Perdón? Y entonces, las que desde los 18 años trabajamos y además limpiamos nuestra casa? esas qué nos merecemos? un monumento? y en qué se basarían para pagarles el sueldo? comprobarían lo limpias que tienen sus casas? o les darían un sueldo solo por el hecho de no trabajar? porque así, dejaríamos de trabajar todas.
      En fin, perdona el rollo jajaja pero vamos que lo resumo así: limpiar la mierda ajena? un trabajo y casi siempre mal pagado. Limpiar tu propia mierda? tu obligación.

      Besos

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    8. ¡Me encanta el "rollo"! :D
      Que las tareas de la casa sean un trabajo, depende de cómo definamos "trabajo": si "trabajo" es, como yo lo entiendo, una actividad en la que hay un desgaste para producir algo, sea tangible o intangible, siempre que ese algo no sea la propia subsistencia (como sería el caso de comer o menos evidentemente, pero también, de ducharse) y siempre que el fin no sea lúdico, entonces las tareas de la casa son trabajo. Si trabajo para mí misma no hay más qué decir; cuando se reparten las tareas entre todos, es un modo colectivo de trabajar para nosotros mismos, así que tampoco hay más que hablar. Pero cuando en una familia, una persona -usualmente la esposa/madre- trabaja para los demás, entonces hay tela de donde cortar. Esa persona no está quedándose en casa a hacer nada más lo que de todas formas tenía que hacer para sí misma: lavar "su" ropa, barrer "su" polvo del piso; lava la ropa de los demás, barre el polvo de todos... Está trabajando para ellos, y eso, desde mi punto de vista, debe ser reconocido, y valorado económicamente, no necesariamente para que la persona reciba un "pago", que ya es otro tema.
      Lo siguiente me ha interesado mucho: ahora los conceptos se han vuelto palabrería de la que tratan de beneficiarse quienes pagan, pero sí es importante recordar qué significa y qué implica que algo sea un "pago", "salario", "honorario", "remuneración", "compensación", etc. Bueno, el caso es que no todos los trabajos se pagan, y yo creo que dar un "pago" tal cual, al ama de casa -de su propia casa-, es sobre todo, poco operativo. Pero sí creo que es muy importante entender que hay un valor económico de sus tareas; que hace posible que otro u otros salgan a ganar dinero, ¡y algo le corresponde, entonces! He visto parejas que acuerdan que la mujer se quedará en casa y el hombre saldrá a trabajar a cambio de dinero, y luego él le da dinero a ella como un padre a una hija, como por buena gente; también sé de casos en que amas de casa se quedan sin dinero para sí mismas, porque administran el gasto de la casa, pero no tienen algo propio. Yo creo que a ella le corresponde una parte de la ganancia que está permitiendo que se genere... como en un "reparto de utilidades"...
      Por otra parte: sí, creo que algunas mujeres y algunos hombres, merecen un monumento por su esfuerzo y su trabajo; simbólicamente, pero sí.
      ¡Besos, Telma!

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    9. Sí creo que limpiar la casa se equipara a la ducha, es por y para la propia subsistencia.
      El ama de casa merecería algo? claro! ya lo tiene! casa y comida gratis. Qué quiere? para caprichos? pues que trabaje. Qué no hay trabajo? ese es otro tema. Que aunque trabajara fuera de casa, probablemente le tocaría hacer las cosas de la casa también? seguramente, pero tampoco es el tema.

      Vamos, que creo que hemos luchado mucho y seguimos en ello, para que la mujer pueda salir a trabajar igual que el hombre, para que los salarios se equiparen, para que los hombres entiendan que el trabajo de la casa es cosa de dos. Y deberíamos seguir por ese camino. Reclamar un salario para el ama de casa va en contra de todo eso. Ya hay muchas mujeres que han dedicado su vida simplemente a limpiar su casa y atender a su marido y ahora, una vez viudas, tienen una pensión. Y encima se quejan. Por un lado queremos demostrar que valemos como ellos y por otro estamos diciendo que después de limpiar la casa no tenemos tiempo para trabajar fuera.

      Besos, Silvia!

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    10. Yo creo que son actividades para la subsistencia aquellas que mantienen al cuerpo; claro que no se puede vivir en la suciedad -eventualmente, tampoco en el desorden-, pero si extendemos así el concepto, habría que considerar que también, por ejemplo, se siembra para la subsistencia, y no suponemos que cada cual deba sembrar lo suyo.
      Me parece importante señalar que no creo que el ama de casa tenga casa y comida gratis; serían "gratis" si no le correspondieran como fruto de su trabajo. Insisto: no es lo mismo limpiar lo propio, que lo de otros, incluidos el marido y los demás miembros de la familia. Luego: se ha luchado y se sigue luchando para que la mujer pueda salir a trabajar en condiciones de equidad con el hombre, y para que se entienda que el trabajo de la casa es cosa de todos los que vivan en la casa, incluidos los hombres. Pero eso no tiene por qué reducir el marco para los posibles arreglos, que tienen que ver con vocación, situación y estilo de vida. Si una pareja decide que "él" sale a trabajar fuera y "ella" se queda a trabajar dentro, para hacer realidad un proyecto en común en el que han concluido que eso es lo que más conviene y lo que les viene bien a ambos, entonces a ella le corresponde la mitad del beneficio de lo que se obtenga de ese proyecto, incluido el dinero. Eso no es lo mismo que tener un salario; para empezar, no es operativo pensar en un salario; conceptualmente, quien diera el salario se convertiría en "patrón"... no tendría sentido. Pero que no sea un "salario" -y por eso hablaba de los diferentes tipos de retribuciones-, no quiere decir que no le corresponda el dinero que es fruto de un proyecto que también está sosteniendo.
      Por platicar, te cuento que yo en algún momento me quedé en casa a tener todo -incluidos caprichos- gratis; yo sí gratis porque nunca, ni en ese momento, he sido ama de casa.
      ¡Besos, Telma!

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