lunes, 17 de junio de 2013

Darse a desear

                                                           - Ahí hay que castigarlo un poquito...
                                                           - ¡Sería castigarme a mí!

Mi abuelita no sabía ese dicho de "date a deseo y olerás a poleo", pero lo habría usado de conocerlo; siempre trató de que las mujeres bajo su crianza, se "dieran a desear". Pero eso de "darse a desear" implica que el otro, en este caso un hombre, desea algo, que es un algo sexual, y que una, es decir, la mujer, negará o al menos negociará el acceso a ese algo, de modo que la mujer no se sitúa como quien desea, al menos no como quien desea ese algo sexual. Yo siempre tuve claro que yo deseo, busco, tomo, asumo, obtengo.

Silvia Parque

2 comentarios:

  1. Jaja, en casa siempre trataron de educarme en eso, pero no es que me rebelara contra ello, es que no iba con mi naturaleza, fue imposible. Me hubiera gustado aprender un poco de ese juego para utilizarlo a voluntad, cuando interesara, ser capaz de manipular con ese "poder", pero nada, que no sé, siempre demasiado clara, y tomando la iniciativa.
    No creas, en ocasiones a determinados hombres les asusta, no siempre me ha ido bien.
    Besitos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo puedo jugar a causar reacciones, pero el otro juego no me interesa; si quiero algo, pido ese algo. No podría atraerme un hombre al que eso le asustara ;)
      ¡Besos, Inma!

      Eliminar