miércoles, 17 de abril de 2013

Gestionar la situación berrinche

A veces, los niños pequeños necesitan hacer un berrinche. Toca enseñarles que el berrinche no es aceptable.  Sin embargo, a veces, algunas situaciones muy difíciles por las que atraviesan algunos niños pequeños, hacen necesario que la persona adulta se alíe con pataleta y grito, porque esta parejita permite la expresión emocional de sentimientos muy difíciles de procesar, respecto a situaciones para las que un niñito o niñita no tiene comprensión, ni siquiera vocabulario -ojo con la diferencia entre sentimientos, emociones, situaciones-. Al adulto le toca abrir espacio para un berrinche seguro, marcar los límites de ese espacio -en lugar y tiempo-, y hacer respetar la integridad de quienes rodean al niño y a su berrinche. Respetar y dejar que se satisfaga la necesidad de pataleo en un momento específico, no significa dejar que el berrinche se convierta en el modo establecido de comunicación, ni se traduce en permitir daños a terceros.

En otro nivel, usualmente sin pataleta y sin grito -aunque todo es posible-, lo mismo pasa con crisis de personas adultas. Sin embargo, en el ámbito personal, un adulto no está en posición de autoridad respecto a otro adulto, por lo que no es posible "gestionarle" la situación berrinche. A veces, lo único posible es acompañar a una distancia prudente, si es que la persona en crisis acepta la compañía.

Silvia Parque

2 comentarios:

  1. Yo defiendo el derecho a enfadarse. No somos robots y hay cosas que nos molestan. Si te lo guardas dentro te acaba perjudicando. Un beso.

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    1. Estoy totalmente de acuerdo. Agrego que de expresar el enfado a "hacer berrinche" hay una distancia. Se supone que aprendemos a expresar el enfado sin "hacer berrinche". A veces, sin embargo, "hacer berrinche" es necesario hasta para los adultos. En ese caso, los adultos alrededor del berrinche necesitan cuidarse.
      Un beso, Susana.

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