domingo, 3 de marzo de 2013

Todos representamos un papel

Una persona representa un papel; a veces representa el papel que le pusieron, a veces representa un papel que pueda esconder el papel que le pusieron. Hay papeles tan malos, que la persona termina eligiendo representar ningún papel. Y es que los papeles que usualmente nos tocan, como a quien le toca un abogado de oficio, están muy cutres para quedarse con ellos a sabiendas.

Habría que hacernos papeles a medida. Aquí no hay casting. Un día te das cuenta de que vas a morir, y empiezas a vivir como te viene bien. Y te causan gracia las representaciones de farsa de todo el que se toma en serio. Y tomas un papel para un escenario, y lo dejas y tomas otro: interpretas a tu modo, te desnudas por la noche, duermes contigo, y estás bien. 

Silvia Parque

6 comentarios:

  1. Simone de Beauvoir escribió muy bien sobre el asunto de los papeles, sobre todo en cuanto a las mujeres.

    Me encanta el final de tu reflexión. Un poema, como quien dice :)

    Besitos.

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    1. ¡Gracias, Taty!, siempre eres tan amable. Tengo El Segundo Sexo en el buró. Mi edición es en dos partes separadas (en dos tomos); en años, no he podido llegar a la segunda. Terminé la primera y la he vuelto a empezar. Creo que es hora de que pueda llegar a la segunda parte...
      Besitos, Taty.

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  2. Yo creo que el papel viene asignado de antemano y no se puede hacer mucho por cambiarlo. Un beso.

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    1. Uy, Susana. Yo también creo que el papel viene asignado de antemano, pero creo que es posible hacer un montón de cosas por cambiarlo. Conozco a gente que lo ha cambiado. Ahora mismo, cambio el mío.
      Un beso.

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  3. Me gusta esta reflexión también, creo que por suerte me di cuenta hace rato de que me voy a morir y por eso trato al menos de vivir como mejor me viene, veo gente que todavía piensa que es highlander...
    Besoss

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    1. Sí. He pensado que puede ser la idea de otra vida después de la muerte, lo que provoca esta parsimonia cultural que deja irse días y años sin darnos el gusto de ser quienes somos y hacer lo que queremos. Entre eso y que las cadenas que nos amarran a nuestros roles, suelen ser tan pesadas como invisibles.
      ¡Besos, MC!

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