Siento un interés especial por los cachorros humanos. Creo que viven en la intensidad: sus dramas y su alegría son totales, sus descubrimientos son terribles, sus días pueden ser una odisea y sus esperas, eternas. No tienen pasado, que es casi como no tener nombre.
Cuando empiezan a ser civilizados, entre que se resanan y los barnizan, van perdiendo la gracia.
Silvia Parque
Lo has definido a la perfección Silvia, son una montaña rusa de pasiones intensas, y sí, con la edad y al entrar en la adolesencia pierden toda la gracia.
ResponderEliminarBesitos
Gracias, Inmagina. Creo que casi siempre, al que al que le quede algo de gracia, se la quitan.
Eliminar¡Besos!
Para los niños cada momento es único e irrepetible. Deberíamos aprender de ellos. Un beso.
ResponderEliminarSí, para los niños pequeños; nos vendría bien estar lo más que se pueda en el "aquí y ahora".
Eliminar¡Un beso, Susana!