domingo, 28 de octubre de 2012

Ser cabezota

Tengo un garrafón de agua de 20 litros. No tengo un artilugio para "verter" el líquido, así que el procedimiento que sigo es inclinar el recipiente y tantear cuándo devolverlo a su posición. No es un procedimiento efectivo: comúnmente derramo agua.

Creo que la medida en la que soy "cabezota" es la cantidad de veces que necesito experimentar una consecuencia negativa, antes de cambiar de conducta. No me refiero a las cosas profundas del ser y la existencia, que tienen enredadas un montón de implicaciones, sino a las pequeñeces que costaría poco "enmendar" o "hacer mejor"... en realidad, si no las enmiendo o hago mejor, es porque no cuesta poco hacerlo, y porque forman parte del todo que se enreda en las complicadas implicaciones de las cosas profundas del ser y la existencia.

Silvia Parque 

2 comentarios:

  1. Parece que no pero esas pequeñas molestias te roban calidad de vida. Yo buscaría un método mejor para verter el agua. Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Completamente de acuerdo. Yo eso es lo que me preogunto: ¿por qué no he cambiado de forma de verter el agua? :)
      Un beso.

      Eliminar