El lugar común de la mujer desnuda excepto por vestir una camisa de hombre, o de amanecer con parte de la pijama del compañero de noche, se extiende con variantes hasta el típico evento invernal, de caminar con un vestidito y un abrigo masculino.
Aquí, con un suéter que no es mío, y que tomé sin pedir prestado.
Silvia Parque
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