Ayer se me apareció un fantasma en una pesadilla. La impresión anduvo rondando el día de hoy: primero quise deshacerme de ella, luego le cedí el paso, con calma, con deferencia; más tarde, como la luz en un cuento de vampiros, el habla la disolvió.
Silvia Parque
El habla que todo lo disuelve... una amiga acaba de decirme (lo que las mujeres sabemos bien): que hablar diluye el sentimiento concentrado. Estoy absolutamente de acuerdo con las dos. Acá llueve y me imagino a las tres tomando alguno de mis tés, moviendo nuestras lenguas y de tanto proferir, las palabras se cayeran al piso, nos sobrepasaran, hasta rodar por el balcón por no hallar más espacio y tras la caída libre, se deshicieran, ante nuestros ojos, como gotas cuando el piso. El exorcismo es un ritual de mujeres, poseídas y al mismo tiempo emancipadas.
ResponderEliminarLo que daría por tomar alguno de tus tés, oyendo algo de lluvia afuera. Y exorcisarnos. ¡Me entran ganas de verte!, pero me alegro muchísimo de tener tus palabras.
EliminarQué bueno ser mujeres...