En mi familia extensa, cuando alguien se toma en serio las "irregularidades" al jugar
caras y gestos, la mujer de mayor edad presente, recuerda: "es un juego, es un juego". La idea es que lo importante no es quién gane o quién pierda y tampoco si alguien se pasa de listo; lo importante es disfrutarnos.
No faltan advertencias para la pariente que se ha ganado la fama de tramposa; pero hay un relajado margen de tolerancia para las infracciones de los niños o de la abuela.
Efectivamente, es un juego y es la familia. Muchos quisieran aplicar esta lógica de "haiga sido como haiga sido" a la elección presidencial.
Silvia Parque
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