Darse a una misma el mejor trato posible, no es natural. Yo suelo consentirme los caprichos, pero eso está lejos de ser "el mejor trato posible"; a veces, es casi lo contrario. Ahora ensayo con la escucha amorosa de mis necesidades; hay que tener paciencia porque es usual que se escondan y se disfracen.
De nuevo, mi reconocimiento al Profr. Urenda, y su: "Yo, cuando tengo hambre, como..."
Silvia Parque
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