domingo, 13 de noviembre de 2011

Derecho a la tristeza y al enojo

Queremos quitar al otro su tristeza, su enojo, su malestar, porque nos incomoda. Es mucho más fácil idear esatrategias para que el otro arregle su vida o lo que tenga descompuesto de sí mismo, que simplemente acompañar. Si el otro es realmente cercano, tomamos su tristeza, enojo o malestar, como indicador de nuestra falibilidad en la tarea de brindar de bienestar y felicidad, y por supuesto, como indicador de lo poco importantes que podemos ser en un momento determinado.

Hace algunos años, en algunos ámbitos, se dejó de decir a los niños -varones- "no llores", con la intención de permitirles expresar su emoción, como se les permite a las niñas. Pero sigue siendo de lo más común el imperativo "no estés triste", así se exprese en tono de ruego. Yo usaba mucho el "no estés enojado", pero lo he ido despidiendo. Que cada cual esté lo triste o enojado que necesite. Está bien no estar bien siempre.

Silvia Parque

No hay comentarios:

Publicar un comentario