Cierro la ventana. Ahora estoy en mi palacio y castillo, otra vez. Cuando lo de afuera queda afuera, esto se llena de lucimiento: cada cosa ocupa su volumen y estamos todos en armonía -veo los cuadros que acaban de llegar, ayer: bellos-.
Me pregunto cómo hace la ventana, si lo que nos separa de afuera es el grosor del vidrio o la pesada estructura de metal. Es una ventana grande, de dos hojas, con tres recuadros en cada una. La abrimos y cerramos según vaya siendo necesario el aire o el sol o la privacidad.
Silvia Parque
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