jueves, 2 de marzo de 2017

Carta a mi hija sobre lo que es mi problema y su portarse bien

Querida B:

Cuando me enojo, cuando pierdo la paciencia, cuando me fastidio: siempre es mi problema. Siempre es mi falta de recursos para gestionar la situación de mejor manera. No importa lo que hagas, no tienes la culpa de mis reacciones y en nuestra relación soy yo la responsable del "ambiente" entre las dos, al menos de aquí a que dejes de ser una niña.

¡Todavía hay tanto en ti de bebé! Me estremezco de pensar en lo rápido que creces y, sin embargo, me he pasado los últimos días pidiéndote que entiendas, que te adaptes, que me pongas las cosas fáciles. Una tontería de mi parte; pero así somos los adultos: nos ponemos tontos de vez en cuando y a veces en lo más importante. Tú ni caso: es mi problema.

Tú siempre te portas bien. Papá y yo evitamos esa frase para sacarte del mundo de "portarse bien / portarse mal", pero lo oyes de otras personas bienintencionadas. No te confundas. El "portarse bien" en nuestra familia, si cabe, se trata de ser una misma; hay otras cosas en relación con el mundo y con los demás, pero son para mayores. Al año con diez meses, está bien si sientes una incontenible necesidad de tocar lo que digo que no toques; está bien si no quieres comer lo que preparé y serví; está bien si no quieres seguir las instrucciones del juego; está bien si no quieres responder lo que te preguntan. Como eres mi hija, te toca hacerme caso; es necesario; pero está bien si no lo haces: también eso es mi problema. Porque hay cosas que no convienen, cosas que hacen daño, cosas que simplemente no se hacen porque así se ha puesto de acuerdo la gente; pero no tiene que gustarte y está bien que te portes como corresponde a lo que sientes. Ya veremos qué hacer con eso.  

Te encomiendo a Dios cada mañana y cada noche, y confío en que él suple mis -nuestros- fallos, faltas e inconsistencias. Lo convierto en Su problema, ¿como ves? Yo te amo y hago lo que puedo. Estoy dispuesta a pagar por tus sesiones de análisis, como hizo mi mamá. Te apoyaré incondicionalmente toda mi vida, como sigue haciendo ella conmigo; siempre. 

Silvia Parque

10 comentarios:

  1. Como la lea te vas a enterar, que es muy lista.
    Bromas al margen, es una carta muy sensata y muy bonita.
    Besos a las dos.

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  2. Qué bonita carta y qué preciosa se la intuye en la foto, me encantaría verla.
    Me gustaría que desarrollaras el por qué no decirle que se porta bien. No le veo problema aunque la verdad es que yo uso más el: qué buena eres. Se lo digo mucho porque así lo siento, es buena e incluso cuando no hace lo que nos viene bien no es por molestar, es porque es lo que toca por la edad.
    Un beso

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    1. ¡Gracias, Matt! :) :) Escribiré sobre porqué evitamos la idea de "portarse bien"; más la idea que la frase, es decir, evitamos la frase por evitar la construcción social alrededor de lo que es ser una niña bien portada; pero trataré de explicarlo en una entrada.
      Cuando mencionas que usas el "qué buena eres" porque así lo sientes, me acuerdo de cuando B estaba chiquitita y yo le decía muchísimo "qué bonita estás": es que la veía y pensaba "qué preciosidad", pero no quería que construyera su identidad con eso en la base... por ahí va la cosa, pero trataré de desarrollarlo para una entrada. El caso es que cuando B estaba chiquitita y noté cuántas veces le estaba diciendo lo bonita que era y quise que oyera más otras cosas de sí misma, lo primero que pensé fue que verdaderamente yo sentía que ella era muy bonita :D
      Qué bien dices sobre "lo que toca por la edad" :)
      ¡Un beso!

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    2. Supongo que es inevitable que construyan su identidad en parte a base de lo que oyen. A lo de qué bonita le puedo ver algún "pero", aunque yo también lo digo, pero a ser buena, tampoco le veo problema. Me gusta que parte de su identidad sea ser buena. Me da pena cuando oigo a padres decirles: qué malo eres. Pero tampoco veo problema cuando son más mayorcita y se les señala qué han hecho mal. No que sean malos, si no éste comportamiento concreto no estuvo bien.
      Otra cosa te digo que me estoy acordando: los niños saben distinguir las cosas buenísimas que les dicen los padres por amor. Mi madre siempre me decía que era la niña más bonita del mundo, cuando me iba a recoger del cole me decía convencida que no había salido una niña más guapa que yo. Pero yo sabía que no era verdad, que eran cosas de madre, jamás he sido una creída ni me he considerado especialmente guapa, a pesar de mi madre :)
      Un beso

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    3. :D Algo se nos mete en la mirada que cada una tenemos a la hija o al hijo más guapo del mundo, ¿verdad? Estoy de acuerdo contigo en que los niños entienden las exageraciones de las mamás. Hay por ahí artículos en los que se sugiere dejar de decir a los niños que son maravillosos porque luego se creen el centro del universo; yo creo que lo que aprenden es que sus papás les aman y que hay maravilla dentro de sí mismos, ¡porque la hay! Creo que construimos sobre ellos una "forma de ser" con la que se quedan porque nuestro discurso es muy poderoso: les decimos cómo es la vida, cómo son, quiénes son, qué debe ser y qué no, y lo creen todo, aunque parezca a veces que no hacen caso. Por eso, a mí también me da pena oír a otros papás decir a sus hijos que son malos o tontos. El fin de semana pasado, una mamá en el parque le dijo a su hija "qué burra eres" porque no podía llegar a la parte de arriba de un juego; se lo dijo como si tal cosa, sin enojo ni nada, pero en el resto de su interacción siempre estuvo ese "¿por qué no lo logras? es muy fácil, debe ser que no estás bien". Los niños se quedan con eso y además con eso construyen su mirada hacia otras personas. Del otro lado, sin embargo, del lado de "qué lista, qué buena, etc.", creo que se carga sobre la criatura una serie de expectativas que luego inconscientemente tratará de cumplir y eso no me gusta. ¡Claro que algo les va a decir una! Yo trato de elegir cualidades específicas en relación con lo que quiero transmitir; por ejemplo, "qué hábil fuiste con las manos" o simplemente "¡lo conseguiste!"; también trato de hablar de mi experiencia en lugar de hablar de ella; por ejemplo: "cómo disfruto que me acompañes a la tienda". Lo leí en un artículo y me resultó natural adoptar esa forma de expresarme, porque se parece a la sugerencia de hablar de una y no del otro, cuando hay que tratar algo complicado con la pareja. No me estoy escaneando todo el tiempo sobre lo que digo ni autocensurando, más bien fui "cambiando el chip" desde que reflexionaba sobre cuánto le decía que era bonita.

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    4. Ser buena me parece "espinoso" porque suele implicar "dar gusto": darle gusto a los papás, darle gusto a los maestros, darle gusto al mundo. Tengo otras ideas sobre qué es "ser buena", pero a mí esto es lo que me viene a la mente sobre lo que ha sido "ser buena" en nuestra cultura. ¡Y siendo mujer! Ser buena suele tener que ver con oprimir lo que se ha considerado "malo" en nosotras, como la agresión. Por supuesto, quiero que B sepa que es una buena persona, pero quisiera que no se valorara a sí misma por cuánto encaja en el sistema que el mundo crea para calificar a las personas... Puede parecer utópico, pero es lo que más me importa así que puedo invertir ahí mis recursos... Leía a una feminista en Facebook que contaba que a sus hijos, ni los felicitaba por las buenas notas ni los regañaba por las malas notas; quería que supieran que solo era importante la evaluación que hicieran ellos mismos. Me gusta esa idea. ¡Tanto que se puede hablar sobre los temas que se aprenden en la escuela! Por supuesto, ahí está la historia personal: Yo fui una niña de dieces...
      Cuando era niña, hubo unos años en los que vi el Show de Cristina. Una vez ella dijo que sus papás le decían que era muy inteligente, y a su hermana le decían que era muy bonita; que ella creció pensando que era fea y su hermana pensando que era tonta. Sé que parece una bobería, que una mamá puede decir "yo le digo que es bonita, inteligente, buena y sociable"; pero, a mí ese comentario de Cristina no se me ha olvidado. Pensé mucho en el mensaje que quería que B se quedara sobre sí misma, de mi parte. Sé que hay mucho que tomará de lo que no digo y de lo que digo mientras comemos, jugamos, etc., pero lo que quiero que se quede, lo escribí y está en la pared de su cabecera: "Eres poderosa. Eres importante. Eres amada. Naciste para manifestar el amor de Dios y vas de victoria en victoria para Su gloria". Si le busco, seguro habrá "peros" para eso también XD pero es lo que mi corazón quiere para ella...
      Me he desviado y he ido de aquí para allá. Intentaré ordenar las ideas para una entrada específica sobre porqué evitamos lo de "ser buena", pero va más o menos así :)
      ¡Un beso, Matt! Te he enviado un correo con fotitos.

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    5. ¡Creo que es la primera vez que Blogger no me deja poner la respuesta en un solo espacio! XD XD

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    6. En esta ocasión no coincido con tu punto de vista. Veo igual de bien que le digas que es importante o poderosa o buena. Y en caso de tener pegas, le vería las mismas.
      Además yo no percibo el ser buena como el dar gusto. A veces es justo al revés, ser bueno puede ir en contra de lo que el grupo acepta o prefiere en ese momento. No percibo la bondad como sumisión. Es algo en lo que no había pensado, pero a raíz de estos comentarios me he he dado cuenta.
      Creo que transmitirles que les queremos, confiamos en ellos y les vemos capaces y bondadosos, incluso guapos bajo el prisma del amor, no puede ser malo. Todo siempre dentro de un comportamiento normal, claro. No algo obsesivo que acabe siendo un mensaje agobiante.
      Un beso Silvia

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    7. Tienes razón: a cualquier cosa que una diga puede haber un "pero" y cualquier cosa en el sentido de una valoración positiva cuando está en el contexto del amor, dará buenos frutos. Como dices, todo dentro de una "normalidad", sin que sea obsesivo. Aún así, elegimos unas y no otras cualidades para resaltar, y tengo problemas con lo de "ser buena" e incluso "hacerlo bien". B iba a una ludoteca en la que le decían "qué bien" a cada rato por lo que hacía, y yo prefiero no hacerlo así para resaltar su gusto por hacer la cosa en lugar de resaltar lo que ha conseguido haciéndolo. Como te digo, también prefiero decirle lo menos posible que es una cosa u otra, o al menos, decirle que es "algo" que tiene muchas formas de expresarse a su manera (como es el caso de ser poderosa). No sé... filias y fobias... Creo que "ser bueno" tiene que ver con hacer lo correcto, con tener compasión y con relacionarnos con el mundo y con los otros con amor; sin embargo, creo que a la edad de B y todavía hasta con los preescolares, usamos "portarse bien", en realidad, para cuando son dóciles o se portan de manera conveniente para nosotros. Por ejemplo, yo necesito que ella esté "en paz", al menos sin gritar, mientras trabajo, porque trabajo hablando por teléfono. Pero ella grita cuando se emociona, cuando está contenta, y por supuesto se la pasa explorando, tocando... Yo necesito que "me ayude"; no es "lo mejor para ella", pero necesito trabajar, así que eso toca (cuido no estar más de una hora en eso). Total que no me gustaría que ella piense que se porta bien cuando habla bajito o está callada y permanece más o menos quieta, que no piense que portarse bien es hacer lo que le pido... o que se porta mal cuando no lo hace. Cosas así...
      ¡Un beso, Matt!

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