jueves, 19 de noviembre de 2015

No, gracias

Un día, alguien me ofreció un abrazó y no lo acepté; es algo para recordar porque ni me ofrecen muchísimos abrazos, ni recuerdo haber rechazado algún otro. Esa misma persona me contó cosas, digamos, que no se le cuentan a todo el mundo, y ofreció contarme más, pero le dije que no quería escuchar. Lo tengo en mente por algo que no tiene nada que ver, pero que lleva a lo mismo: no tenemos que aceptar todo, aunque sea bueno, aunque se ofrezca de buena voluntad.

Silvia Parque

4 comentarios:

  1. Yo tampoco entiendo a esas personas que lo cuentan todo por nada, sin mediar la confianza suficiente como para hacerlo. Las confianzas y las amistades maduran con el tiempo.
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Poco a poco, sí, aunque hay veces que se establece una conexión especial, rápido, con algunas personas. En este caso, sí había una relación de confianza como para que no estuviera fuera de lugar, ni el ofrecimiento de abrazo, ni la oferta de más comunicación; pero no quise.
      ¡Besos, Macondo!

      Eliminar
  2. Hay que saber cuándo decir no. Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí... y parte básicamente de cuando una quiere decir "no".
      Un beso, Susana.

      Eliminar