lunes, 11 de agosto de 2014

Regale algo bueno en su negocio

Vendí Avon cuando era jovencita. Básicamente, le vendía a mi mamá... el caso es que en la reunión de capacitación, me contaron que el señor que inició el negocio -AQUÍ me vuelvo a enterar que es David McConnell- originalmente vendía libros, y para vender más, preparó unos perfumitos que obsequiaba en las compras. A las mujeres les interesaba más el perfume que el libro, y de ahí en adelante...

Tengo presente el tema del regalo "en-la-compra-de", porque hoy recibí pilón sobre un regalo estupendo.

Por mi casa hay muchos negocios de pollo preparado. En donde compro, hay pollo asado, rostizado, y en barbacoa; las tres opciones son buenas, pero en esta familia se elige la última, porque con esa opción, el paquete incluye nopales y consomé, y su consomé está buenísimo. Como en mi cocina, lo usual es preparar sopa de sobre de la que está lista en diez minutos, el dichoso consomé es una dicha. Así que la elección se hace por el regalo. ¡Y hoy la ración fue del doble de lo usual!

Los que venden cursos por internet, regalan alguna clase de documento, casi siempre un e-book, sobre el tema del que conocen. Ahora he visto que hay autores/editoriales -de los que venden en línea-, que permiten la lectura de las primeras páginas de sus libros, a ver si el lector se interesa y compra. ¡Como las probaditas de queso y demás, en el supermercado! Me parece estupendo.

Silvia Parque

8 comentarios:

  1. Jeje, yo también vendía Avon de jovencita, con 15 ó 16 años, y lo de vender es un decir, como tú comentas mi madre, las vecinas y se acabó el negocio, pero me ha hecho gracia recordar mi motivación para hacerme chica Avon, y la compartiré contigo.
    No recuerdo porqué, algo gordo sería, que mi padre me castigó sin salir dos meses. Se me vino el mundo encima, yo sin salir no podía estar, así que me monté la fachada Avon para con la excusa largarme por ahi, y coló, que es lo todavía no me puedo creer

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    1. ¡Ah, si recursos nunca te han faltado! Necesito que me pases de eso :D Y mira: lo habrás hecho nada más para salir de la casa, pero hiciste muy bien: creo que es una buena experiencia formativa ;) De hecho, las comisiones me siguen pareciendo muy buenas... el caso es que yo de vendedora, pues nomás no.

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    2. Jajaja, mejor que no te contara como terminó la historia ¿recursos? me gastaba el dinero de lo vendido por ahí con los amigos, y luego a buscarse la vida para recuperarlo y entregarlo, de lío en lío iba jajaja. Ahora me río, pero que par de bofetadas me estaban haciendo falta

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    3. ¿Ves? De lío en lío, es que sobrevivías al lío anterior: si esos recursos son los buenos: los recursos personales para pensar y hacer; el dinero va y viene [que venga, que venga, por cierto...]
      ¿Y cómo terminó la historia? Yo, es que vendía muy poco porque no me aplicaba, así que salía perdiendo cuando de tanto en tanto enviaban algún "paquete" de compra obligatoria, a precio muy bajo, muy conveniente para quien si se dedicara en serio (o quien pudiera quedarse con los productos -y pagarlos-): a mí ahí se me iba la comisión, o más.

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    4. Jajaja, pues terminó muy mal, no podía ser de otra manera. Cuando una de las veces no pude pagar terminó enterándose mi madre, pagó y se montó en casa otro drama, y como no, nuevo castigo.
      Estamos hablando de cantidades ínfimas, si yo era muy mala y vendía poquísimo, pero chica, nunca me había visto con dinero entre las manos y la tentación era fuerte

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    5. Sí que es tentador, yo también "jineteaba" siempre el dinero ;D pero mira tu mamá, al fin solidaria, cubriendo la deuda ;) pudo haberte hecho sufrir más, que a una cuando está chica, se le hace que una deuda de esas es un lío enorme.

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    6. Ya que una no ha sido chica Almodóvar...

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