lunes, 25 de agosto de 2014

Ilusiones y alegrías

Una tiene tiene pequeñas ilusiones, pequeñas alegrías; una ilusión mayor, un sueño, una especie de proyecto para convertir la ilusión del sueño, en realidad. Y una pastorea las alegrías, las alimenta, las cobija; las mantiene en lugar seguro cuando algo puede amenazarlas. Se hace duelo rápido y un funeral sin aspavientos para las pequeñas alegrías muertas (a las ilusiones muertas hay que enterrarlas rápido para que las ilusiones vivas no vean y no mueran las alegrías). Se cuida especialmente a las pequeñas alegrías e ilusiones recién nacidas. Eventualmente, sin embargo, ilusiones y alegrías pequeñitas y pequeñas, podrían ser sacrificadas por la ilusión mayor; todos en esta casa, nos enfilamos en el proyecto.

Silvia Parque

6 comentarios:

  1. Yo también tengo una nueva ilusión, la casa nueva, que me está quitando tiempo del blog, pero vale la pena. Un beso.

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  2. Quizás esa sea la raiz de mi problema. No tengo ilusiones ni sueños ni proyectos, ni grandes ni pequeños. Ésto es literal, no es una sensación de una persona deprimida que comenta lo de que no tiene ilusiones ni nada por el estilo. Es tal cual, yo estoy bien, pero en mi horizonte no hay estímulos, nada, una vasta planicie, y no quiero quejarme, porque cuando he pasado por etapas así me he buscado problemas como revulsivo, o han venido solos, y para eso prefiero quedarme como estoy

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    Respuestas
    1. Vaya... creo que lo ves bien. Si estuvieras "mal", tendrías la necesidad de salir del "estar mal"; pero estando "bien", no hay necesidad y se instala "la planicie"...
      Creo que siento empatía desde una identificación inicial: yo pequeñas ilusiones siempre he tenido, a menos que esté en periodo de crisis-caos; pero tengo una tendencia a "estar bien" con lo que haya, que me ha hecho pasar por largos periodos sin "ilusiones grandes" que puedan convertirse en proyecto y me motiven "a hacer", "a buscar". Ahora mismo, me "atizo" porque es bien fácil que me complazca la cotidianidad y no quiera esforzarme -¿para qué, si estoy bien sin "más"?-
      Mi entrada en la Iglesia me ha hecho moverme. Los predicadores a menudo han hablado de cuando los judíos estaban en el desierto: Dios les daba maná y les protegía del calor y el frío extremo; es decir, no iban a pasar hambre, ni iban a morir por el calor o el frío. ¡Pero había una "tierra prometida"! Así pasamos nosotras por temporadas en las que ya salimos de la esclavitud, pero vagamos, a veces dando vueltas, y si encontramos la forma de sobrevivir y acomodarnos, podemos quedarnos ahí. Pero hay una "tierra prometida" también para nosotras. Yo creo que es el cumplimiento de la vocación. Creo que todos tenemos un deseo profundo en el corazón, que en la mayoría de las personas, se ahoga o se retuerce. Pero bueno, también puede ser que tu vocación estuviera, por ejemplo, en criar a la Seta, que tu realización esté en verla hacerse mujer. En ese caso, a lo mejor se trata nada más de re-conocer la ilusión-sueño-proyecto, como tal...
      Son mis ocurrencias.
      Aparte: me encanta que no te quejes; me gusta tu honestidad para verte a ti misma, y la inteligencia con la que tomas perspectiva para hacerlo. Sobre todo, admiro tus decisiones prácticas para salir adelante.

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    2. No me quejo por miedo a atraer algo malo, en modo - Toma! por quejarte de que todo era rutinario! - pero me aburro mortalmente, y ando inquieta, eso sí, y cuando me pongo inquieta soy peligrosa jaja

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    3. El aburrimiento puede ser abrumador; tal vez, mejor el peligro :)

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