jueves, 3 de julio de 2014

De sufrir a sufrir

Hoy sufrí por el frío.

Salí de la casa a las 19:00 h. En el cielo podía verse que se pondría fresco, pero como visto un suéter, aunque de manga tres cuartos, pensé que estaba suficientemente cubierta y que de pasar frío, sería apenas un poco, tal vez ya cerca de la casa, al regreso. Como a las 20:00 h cambió el plan, y el regreso a casa se convirtió en cena en una terraza; se puso frío y luego más frío; a la hora de sí regresar a casa, esperar al taxi fue un poco heroico, porque el viento parecía soplar directo a mi garganta, en la acera de una avenida larga que se me figuraba carretera para el aire. Pero llegó el taxi. Luego de un par de cientos de metros, el conductor preguntó si subía una de las dos ventanillas abiertas, y fui entrando en calor. Sin embargo, había que hacer una escala técnica en una farmacia, y después de las compras, vino el clímax del recorrido: frío invernal de ponerme a sufrir.

Me puse muy tensa de contraer los músculos, en una especie de intento de mi cuerpo por "hacerse bolita". Caminé rápido. Sufrí de veras. Todavía hubo otra escala, en la esquina de mi calle, para comprar un par de panes. Es una bendición que de eso se trate mi sufrimiento. De unos minutos -apenas unos minutos- de comprobar que estoy vivísima, porque los elementos me hacen protegerme. De que lo más parecido a una auto-recriminación -estando lejos de serlo-, sea la nota mental de "la próxima vez, me llevo algo con qué taparme". De un friíto seguido de apreciar lo cálido de mi casa, la fortuna de tener leche para el café.

Hoy he vuelto a leer que "el dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional" -está en un cuadro, en una pared del lugar al que fui-. Estoy totalmente de acuerdo, y sostengo que hasta en el frío puede no sufrirse. Pero hoy, este pequeño sufrir fue bueno. O algo así.

Silvia Parque

6 comentarios:

  1. Uff! Si que se pasa mal con el frío sí, y ese tensar músculos, que luego terminas hasta entumecida.
    Con que no te traiga consecuencias contenta puedes estar, a ver si vas a tener que ir otra vez a la farmacia.
    Besitos

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    1. :D no no no, llegué a la camita y a tomar café en pura leche; eso fue preventivo y curativo al mismo tiempo, de seguro ;D de hecho, había estornudado un par de veces en la mañana, y creo que el frío me sirvió como un remedio que una vez me contaron y que jamás practicaría -ni recomendaría-; me dijeron que para aliviar el resfriado, metiera la cabeza en el congelador, y la dejara ahí un ratito ¡!
      ¡Besitos, Inma!

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  2. Qué buena frase, me la apunto, que me viene muy bien. Aquí también está haciendo fresco. Un beso.

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    1. Es una gran frase, no me he dado a la tarea de ver si por ahí le adjudican un autor... ¡Cuídate del fresco!
      Un beso, Susana :)

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  3. Muy buena frase y cierta!.
    Yo odio pasar frío, casi siempre llevo un fular en el bolso por si acaso. Prefiero que sobre a echarlo en falta.
    Un beso
    (viste que te escribí un email?)

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    1. Es muy cierta, según yo :)
      Estoy muy contigo con las previsiones para el frío. Prefiero cargar algo para abrigarme, en vano, que pasar frío; pero bueno, ¡a veces pasa lo que pasa! ;)
      Hace un par de horitas que vi apenas mi mail, Matt :D ¡qué gustote me diste! ¡Muchas gracias!
      ¡Un beso!

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