miércoles, 30 de julio de 2014

Al interior de la bolsa negra

Tengo tres bolsas de mano: una café, una en la que predomina el azul, y una negra. Mi bolsa negra, como muchas, tiene dos compartimentos interiores: uno para el celular, y otro con cremallera; este último tiene un agujero. El agujero lleva a un espacio entre la estructura de la bolsa que se toca por fuera, y el fondo de tela de la bolsa, que se toca por dentro.

Muy de vez en cuando, "hago limpia" de las bolsas, para deshacerme de servilletas arrugadas, envolturas y tickets abandonados. Cuando es el turno de la bolsa negra, extraigo lo que se haya ido por el agujero -siempre se ha ido algo por ahí-. Uso la palabra "extraigo" porque es toda una operación, meter el dedo índice y tentar hasta dar con un objeto, y luego arrastrar hacia afuera.

Tentar con la yema del dedo es casi escalofriante. Las sensaciones dan para cualquier clase de hipótesis. Hoy toqué primero algo de superficie tan lisa que el dedo podía haber resbalado: una mica de mis lentes anteriores -luego apareció la otra-. Después sentí algo extraño, que desde el principio se reveló orgánico; parecía un trozo de galleta pero era el corazón de una manzana.

Silvia Parque

2 comentarios:

  1. Jajajaja el corazón de una manzana?? A mí me ha pasado que se agujeree el bolso y se me cuelen cosas, pero el corazón de una manzana?? Nunca he metido eso en mi bolso :D

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    1. :) pues sí, es que, si estás comiendo una manzana o cualquier cosa, y no hay un bote de basura cerca, ¿dónde pones lo que queda?
      También suelo llenarme de servilletas porque me limpio muchas veces la nariz, y si estoy en un restaurante, no me gusta que los meseros recojan mis servilletas con mocos; los guardo en mi bolsa para tirarlos yo :)

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