Ni los niños, ni adultos sanos o enfermos, se benefician de que se haga por ellos, lo que pueden hacer por sí mismos.
Hacer por alguien, lo que le toca a ese alguien, es un gesto de amabilidad de lo más apreciable. Es un regalo, algo especial. No debe ser algo que se hace de modo que el otro es sustituido, anulado.
Sí, Susana, hay que dejarlos que "tengan vida", y la vida mucho es "hacer cosas", yo creo. Con algunos adultos mayores es un poco como con los niños, que sale más barato -da menos problemas- hacerles las cosas que apoyarlos para que las hagan; además, con los niños está la encomienda de hacer-que-puedan para un futuro, y con los mayores se suele pensar que "ya para qué", así que creo que dejarles hacer, sobre todo cuando eso requiere acompañarles, es un acto de amor. ¡Un beso!
Espera, que voy a imprimir ésto y colgarlo en la nevera, a ver si alguien se da por aludido/a
ResponderEliminar;D
EliminarTienes razón. A mí me cuesta mucho no ayudar a mi madre con lo viejecita que está, pero el bueno que siga haciéndolo ella misma. Un beso.
ResponderEliminarSí, Susana, hay que dejarlos que "tengan vida", y la vida mucho es "hacer cosas", yo creo. Con algunos adultos mayores es un poco como con los niños, que sale más barato -da menos problemas- hacerles las cosas que apoyarlos para que las hagan; además, con los niños está la encomienda de hacer-que-puedan para un futuro, y con los mayores se suele pensar que "ya para qué", así que creo que dejarles hacer, sobre todo cuando eso requiere acompañarles, es un acto de amor.
Eliminar¡Un beso!
Estoy de acuerdo :)
ResponderEliminarLuego, cuesta ponerlo en práctica; pero estoy aprendiendo a "no dejarme llevar" por el sentimiento o la comodidad, con los que quiero ;)
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