viernes, 6 de junio de 2014

No poder decir que "no" en el trabajo

A mi alrededor veo los efectos nocivos de dedicar al trabajo más tiempo del que corresponde: más tiempo del que marca la jornada laboral y del que se paga, pero sobre todo: más tiempo del que la persona querría dedicarle. Lo veo en mujeres, porque me rodean sobre todo, mujeres, y porque en el caso de mujeres con vida en pareja, el género hace diferente cómo vivimos la compatibilidad entre la vida personal y la vida laboral, y eso me interesa, así que pongo atención...

Las condiciones socioeconómicas pueden hacer que muchas personas acepten/toleren condiciones de trabajo que no son las que deberían ser; pero el asunto es mucho más cultural que socioeconómico. En las organizaciones se asume, en principio, que cualquiera que preste servicios es un empleado -y no lo es-, y además, que todo empleado debe estar dispuesto a ofrendar todo el tiempo que la organización demande, salvo casos de fuerza mayor, como la muerte de un familiar cercano o enfermedad que acerque al propio empleado a la muerte -porque si no lo acerca, se asume que la persona incapacitada puede/debe mantenerse en contacto, responder preguntas, enviar información, etc.-

El "puede/debe" es parte importante de este tinglado. Casi siempre no se dice, pero el comportamiento organizacional permite entrever, que se sostiene la premisa de que, si el empleado "puede" quedarse un poco más, llegar un poco más temprano, trabajar un poco desde su casa, responder unas preguntitas por teléfono, entonces "debe" hacerlo. Aunque el planteamiento no se haga de ese modo cuando se solicita la colaboración, salta en su esplendor ante una negativa por parte del empleado -asumiendo, como la organización hace, que todos son empleados, lo cual -repito- es un error-. Mucho hay que se puede decir sobre este tema...

El caso es que a mi alrededor veo los efectos nocivos de dedicar al trabajo más tiempo del que corresponde. Y algunas personas piensan, y yo misma pensaba, que eso tenía que ver con la imposibilidad de decir "no". Pero eso es una falacia. Quedarse "de más" en el trabajo, suele implicar decir numerosos "no". "No" al marido que quiere que su mujer llegue a tiempo para ir todos juntos por hamburguesas, o al novio que tuvo la ocurrencia de ir al cine entre semana. "No" a los hijos que quieren que su mamá les revise las tareas o a la amiga que quería ir a tomar café. "No" a la persona misma, que tenía planes, así fueran descansar y ver televisión.

Silvia Parque

6 comentarios:

  1. Muy buena reflexión. El problema es decir no a quien queremos decir sí y viceversa.
    Un beso

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    1. Gracias :) De pronto tuve este enfoque, y vi a cuánto se le dice "no", por no decirlo en el trabajo.
      ¡Un beso, Matt!

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  2. Ocurre lo mismo en España. Cuando yo trabajaba me miraban mal si me iba a la hora. Un beso.

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    1. Salir a la hora de salida es algo que muchos ni recuerdan. Y así se omite/oculta la necesidad de más personal, más máquinas o de mejorar procesos. La idea detrás es que siempre habrá alguien dispuesto a sí quedarse... creo.
      ¡Un beso, Susana!

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  3. Es un asunto complicado. Muchas veces tiene que ver con la buena voluntad y la responsabilidad del "empleado", un día te quedas por voluntad propia porque te sabe mal dejar algo sin terminar y automaticamente se asume que es tu obligación y que lo harás siempre, por eso lo mejor a veces es no empezar, ya sabes la frase de mi madre "cuanto más se agacha una, más se le ve el culo" aquí vuelve a ser adecuada.

    Yo recuerdo la empresa en la que estuve 15 años, cada vez que se solicitaban horas decía que sí, no por ganas, no por ganar más, sino porque me parecía que iba a ser mal vista si decía que no, me quedaba sin fines de semana uno tras otro, curré como una cabrona.
    Cuando tuve a mi hija no dudé, me planté en la oficina del encargado y le dije que sintiendolo mucho no contara conmigo nunca más y que por favor ni siquiera viniera a preguntarme como solía suceder el viernes si podía ir el fin de semana porque me haría sentir fatal negándome, y así sucedió, se olvidaron de mí y ningún problema.
    Besitos

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    1. Si lo mejor es decir claramente "conmigo no cuenten para esto y lo otro"; efectivamente, una queda descartada para eso y listo. Lo malo para algunas personas interesadas en ascender o tener otro tipo de recompensas, es que a veces el "quedar descartada" es quedar descartada para todo: lo malo y lo bueno.
      Por cierto, creo que para muchas, casarse, ser mamá o algo que reacomode la vida, precisamente reacomoda el lugar del trabajo, y mueve el tiempo que decidimos dedicarle...
      ¡Besos, Inma!

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