lunes, 2 de diciembre de 2013

Mensaje a las personas tristes

No se preocupe por estar triste. Como seguramente le han dicho: se le va a pasar. Puede que usted crea que no se le pasará o bien, que haya resuelto que no se le pasará -en cuyo caso, probablemente no se le pase-; igual no se preocupe: la tristeza durará lo que va a durar. Ya tiene suficiente con estar triste; deje la preocupación de lado.

No se moleste con usted. Probablemente ya esté molesto por alguna cosa asociada con el origen de su tristeza; no le agregue una molestia con usted mismo; como le decía: ya tiene suficiente con estar triste. ¿Cree que no debería estarlo? Si lo cree, parte de la premisa de que está mal estar triste y no: no está "mal" estar triste: puede ser inconveniente, puede ser problemático, pero no es algo "malo".

No se fastidie. Tal vez haya dado cabida a los sermones de gente bienintencionada que quiere sacarlo de la tristeza; tal vez haya intentado salir de ahí para caer como un oso patinando sobre hielo y sentirse tan torpe como un oso obeso y borracho patinando sobre hielo delgado. No trate de salir de la tristeza hasta que necesite hacerlo, entonces encontrará el modo: su modo, con calma.

Descanse, consiéntase, téngase paciencia. Está usted triste: consuélese, hágase cariñitos -literalmente- y llore -si puede y quiere-. Si no se siente mejor después de darle este espacio libre al sentimiento que por algo llegó -un espacio no cronometrado-, ya pensará en lo que hay que hacer.

Silvia Parque

6 comentarios:

  1. Lo que ocurre es que a la tristeza hay que ponerle límite o se convierte en costumbre. Un beso.

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    1. Sí, pero ponerle límites implica reconocerla primero, dejarla estar ahí donde está, en esos límites; marcarle el punto final desde el inicio, suele resultar poco considerado para la persona triste.
      Un beso, Susana.

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  2. jajajaja Me ha echo reir esta entrada. Me imagino ahí a alguien triste y tú diciéndole lo que escribes.. Lo siento me ha hecho gracia.
    Creo que estar triste es normal. Ser triste pues es una forma de llamar la atención como otra cualquiera y eso ya es más difícil de remediar, porque posiblemente no se obtenga la atención de quien se quiere obtener.
    Besazo

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    1. Espero que alguien triste lo lea, y sonría un poquito :)
      También creo que estar triste es normal, sin embargo, estamos rodeados de mensajes que señalan la tristeza como algo de lo que debiera salirse lo más pronto posible. Otra cosa es cuando la tristeza se instala; pero por miedo a esa instalación -y hay buenas razones para temerle-, no se deja que la tristeza nos acompañe el tiempo que necesitemos hospedarla.
      ¡Beso, Dolega!

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  3. Leí esta entrada hace días. Me gustó tanto Silvia, que creo que merece imprimirse y colgarse en la nevera para cuando sea necesaria. No pude comentar por falta de tiempo, he vuelto a leerla y es que no sé que puedo añadir porque es de lo mejor que has escrito y estoy de acuerdo de la primera a la última letra.
    A la tristeza si nace, hay que dejarle su espacio, darle su tiempo, permitirle que evolucione y en esa evolución natural termine desapareciendo, fluyendo con ella pero sin permitirnos tampoco recrearnos o "disfrutarla", que es donde está el peligro.
    Negarla, enmascararla o tratar de huir de ella cuando aún no es el momento puede ser contraproducente y convertir en crónico algo que tiene por naturaleza su principio y fin, si se le deja a su aire.
    Hay artículos maravillosos sobre la necesidad del duelo para sanar y curar las heridas que sirven igual para una muerte, que un abandono o una ausencia.
    Menos mal que no iba a añadir nada...
    Besos

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    1. ¡Gracias, Inma! Lo que añades siempre redondea :)
      Estoy interesada en promover esta idea de que "está bien" estar tristes, enojados, o cualquier sentimiento-no-positivo que tengamos; creo que la idea de que "está mal" todo eso, es lo que hace que se le niegue, enmascare, o se trate de salir de ahí más pronto de lo que se requiere...
      Le decía a mi analista por teléfono, hace poco, a media jornada de trabajo: "me siento muy mal" y me contestó: "sí, así se siente". No hace falta que contextualice la conversación porque el punto es que me estaba diciendo: sí, así se siente el dolor: duele. Y es que a vece toca: mejor pasarla acompañados,o apoyados de algo, o dándole algún sentido; pero hay que pasarlo: darle la vuelta es contraproducente: quita la sensación por el momento... a veces de hecho la puede eliminar totalmente, pero como bien dices, puede convertir en crónico un malestar cuyo origen sigue presente, aunque se haya ido su manifestación más evidente... ¡ya todo terminó en "ente"! :D
      ¡Besos!

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