Juego solitario como fiera enjaulada, mientras tomo ánimos para escribir algo que me ronda en la cabeza. Pero no tengo café ni Nestea, y siento que necesito el fondo de Youtube, y que no me interesa mucho nada si antes no abro blogger y veo si tengo comentarios. Así fue, entre siesta y almuerzo en partes, la mañana de este sábado de noviembre, gracias a la compañía que provee internet a la casa donde vivo.
Tengo una gran colección de textos en digital, ganas de escribir, y por si me sintiera responsable: trabajo pendiente. Pero me parece difícil ocuparme de cualquiera de esas cosas sin Twitter abierto y sin un documental de ruido de fondo. Ahora me suministro una dosis que me permita sobrevivir a las horas siguientes, todavía con la esperanza de que llegue un técnico a arreglar el problema
Silvia Parque
Yo creo que es bueno desengancharse un poco de vez en cuando. Un beso.
ResponderEliminarSí, es bueno desengancharse un poco.
EliminarUn beso, Susana.
Es como que uno no le encuentra mucho sentido a otros quehaceres cuando no funciona internet :(
ResponderEliminarSaludos y espero se solucione pronto!
Así me pasa :| pero bueno, mi mini dosis del sábado me ayudó a sobrevivir.
EliminarSaludos, Alan, y gracias.
jajajaja ¡Estoy contigo! yo también necesito el fondo de youtube :P
ResponderEliminarBesazo y ya veo que pudo arreglarlo
Una se acostumbra a su "contexto virtual de trabajo" :S
EliminarTodavía no arreglaban el problema hoy al despertar. Esta entrada la escribí desde la casa de una buena samaritana que me dio asilo un par de horas, y ahora mismo estoy en el trabajo... por lo que debo correr ;)
¡Beso, Dolega!