sábado, 26 de octubre de 2013

Como en el espejo mágico de Harry Potter

Algunas personas se gastan la vida tratando de ser las mejores en algo. Cuando dejó de interesarme ser "muy buena" en una cosa u otra y hacer una exitosa o siquiera aceptable "carrera", pensé haberme librado de la ruedita del hámster. Yo no "lucho", no "enfrento batallas", no tengo interés en "superarme a mí misma" o "sentir que logré", así que pensé que era más libre que otros.

Pero hay personas que nos gastamos la vida mirando el reflejo de un sueño. Ahí se puede quedar una, como drogada.

AQUÍ, la "ficha técnica" del espejo de Oesed.

Silvia Parque

10 comentarios:

  1. Creo que es inevitable, Silvia, y es que a mí a veces lo de la libertad me parece un espejismo desde donde se mire :o

    Un abrazo.

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    1. La libertad y yo últimamente tenemos problemas. La libertad, creo, existe realmente; lo que pasa es que hay demasiadas expectativas sobre ella. Como lo de la amistad, o el amor.
      Un abrazo, Taty.

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  2. Siempre deseamos algo más y supongo que en el fondo es bueno. Un beso.

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    1. Desear es inevitable, no creo que sea bueno ni malo; pero puesto que no desear es signo de que algo está descompuesto, entonces, en cierto modo tienes razón, desear es bueno.
      Un beso, Susana.

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  3. No he intentado nunca ser la mejor en nada, creo que se come demasiadas energías que prefiero utilizar en otras cosas, seguramente también tiene mucho que ver con mi inseguridad, nunca he creído ser capaz de destacar en nada. Por contra, es cierto, que ahí me quedo, con mis sueños, que también han terminado agotándose y agotándome.
    Besos, guapa

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    1. Creo que los deseos profundos del corazón, si una se pone ligerita y se deja conducir por Dios, acaban siendo satisfechos. Pero los sueños son seductores y a veces son el capricho de cómo queremos que se cumpla ese deseo del corazón, y nos llevan, o a una agotadora carrera tras ellos, o como es mi caso, a un agotador estado bien de "estar queriendo" o "estar esperando". Ahora, más bien deseo estar en paz, porque estoy a punto de agotarme... aunque en otro momento, lo único que pude hacer para estar en paz, fue llegar al agotamiento. Entonces, pude ponerme ligerita, realmente en manos de Dios...
      :D muy densa yo, hoy...
      Besos, Inma.

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  4. Excelente parangón con la ruedita del hámster!
    Más allá de los proyectos que siempre debe tener uno, el esfuerzo debe medirse y no volverse loco. A veces hay que dejar que las cosas sigan su rumbo, al menos en determinados momentos.
    Saludos, Silvia!

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    1. Gracias por la apreciación :)
      Creo que se hace difícil saber cuándo hay que dejar que las cosas sigan su rumbo, entre más caprichosa sea una; pero cuando ya se sabe que es el momento de hacerlo, ¡cómo llega a costar!
      Saludos, Alan.

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  5. Siempre intento hacer las cosas lo mejor que puedo. La comparativa con los demás me trae sin cuidado, siempre me lo ha traído. Ello, me ha ocasionado bastante dolores de cabeza en mi vida, pero a mí me ha compensado.
    Besazo

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    1. Lo que importa es lo que nos compensa. Y cuando una pierde lo que le compensa, hay que hacer algo o rendirse de la vida.
      Un beso, Dolega.

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