lunes, 30 de septiembre de 2013

Recibiendo a la vida

Dicen que los bebés mueven al mundo. Lo que es evidente es que mueven a las personas, a las familias (ablandan abuelos, por ejemplo; enderezan caminos cuando la gente se deja).

Hace poco me enteré de que viene en camino un bebé muy inesperado, a una vida en la que hacía mucha falta; me dio mucho gusto y recordé que Dios pone a los bebés donde se necesitan. Mucho más inesperadamente, me encontré con una bebota que no sé si fue esperada o no, pero sé que fue muy deseada en el corazón de su mamá, y asimilé que Dios nos incluye a todos, de manera comprensible o no, en el plan perfecto de dónde ha de formarse una vida nueva. Antier, como estrella en el árbol de navidad, como cereza en el pastel, supe que en una pancita muy querida se hornea un(a) bebito(a) que estuvo siendo llamado por un montón de oraciones y que es motivo para lo bueno en numerosas personas que le amamos; me faltaba asumir en paz que Dios -la Vida- tiene sus tiempos, que son "el" tiempo, siempre justo.

Silvia Parque

8 comentarios:

  1. No me gusta a mi echar un jarro de agua fría sobre reflexiones tan bellas, Silvia, ojalá fuera así, por desgracia cada día vemos que los bebés nacen donde nacen, y en algunos hogares, entiendase hogar desde la barriga de su mamá hasta la casa física, no son queridos ni apreciados.
    Besitos

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    1. Sí, a veces no son queridos ni apreciados; pero creo que incluso en ese caso su vida se formó en el momento justo en el que correspondía, y la Providencia se derrama sobre su ser: incluso en realidades de miseria y de violencia, incluso o a lo mejor con más claridad, cuando no se les va a dejar vivir.
      ¡Besos, Inma!

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  2. Ojalá tengas suerte y pronto seas tú la futura mamá :)

    Besos!!

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  3. Felicidades. No hay mejor noticia. Un beso.

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  4. Muchas Felicidades! que lindos son los bebés :)

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